Las leyes de la magia de Brandon Sanderson

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Me atrevería a decir que la fantasía, sin magia, se queda en nada. Siempre que me preguntan acerca de qué es para mí la fantasía respondo que una historia envuelta por la magia. Me da igual si se trata de una novela sobre un trío de héroes, o si nos encontramos ante una aventura subacuática en la que los protagonistas intentan hacer resurgir la Atlántida. El caso es que la magia siempre está presente en la fantasía y, por ello, como escritores, tenemos que darle la importancia que se merece.

Es por esto por lo que he decidido iniciar una serie de entradas dedicadas a los sistemas de magia. Como no podía ser de otro modo, empezaré la serie analizando las tres leyes de la magia que el propio Sanderson publicó en su página web. Se trata de tres ensayos que, en esta entrada, pretendo resumir y sintetizar. Más abajo te dejo las fuentes por si quieres leer el artículo entero.

La primera ley de Sanderson

La capacidad de un autor de resolver conflictos con magia es directamente proporcional a cómo entiende el lector dicha magia.

Con esta ley, Sanderson divide la magia en dos grandes tipos: magia blanda y magia dura; que difieren entre sí en la utilidad que el autor quiere darle a la magia dentro de su novela.

La magia blanda

Se trata de una magia que busca sorprender al lector por su grandilocuencia. Es una magia que, en general, no tiene reglas. El lector no entiende como funciona, simplemente sucede. Según Sanderson este tipo de magia no sirve para identificar al protagonista, sino para ofrecerle toda una serie de obstáculos que él debe superar. Un ejemplo claro de esto es la magia que aparece en la obra de Tolkien: no es una magia que se entienda, es una magia que sucede y los protagonistas deben aprender a lidiar con ella.

Si deseas incluir magia blanda en tu novela, es importante que no permitas que ésta solucione los problemas de tus protagonistas —o caerás en el tópico deus ex maquina—. Utiliza la magia para crear un ambiente concreto, pero no para hacer avanzar la trama: que la magia no ayude a los personajes, o romperás la tensión. Es mejor utilizarla para hacerles la vida imposible o complicar el desarrollo de la trama.

La magia dura

Leyes de la magia: Alomancia de Brandon Sanderson
Portada de la saga de Nacidos de la bruma

Se trata de una magia con reglas con unos límites claros y concretos. El autor busca introducir al lector dentro de este universo, hacerle partícipe de la magia: que entienda perfectamente como funciona, cuales son sus límites e, incluso, que pueda fantasear con su utilización.

De esta manera, la magia se contempla como una herramienta más que el personaje puede utilizar en su propio beneficio. Mientras que en el caso anterior la magia crea conflicto ante el personaje; en este caso, ligada al ingenio y experiencia de nuestro protagonista, le ayudará a alcanzar su objetivo. Por lo tanto, se ve como una habilidad más, como un recurso que se puede emplear para solucionar un problema. Pero, muy importante, dependerá siempre del rango de habilidad e ingenio del personaje. No se trata de una magia que logre milagros puesto que tiene límites.

Punto intermedio

Nunca nada es blanco o negro, y este caso no iba a ser distinto. Existen autores que optan por un tipo de magia mixta. Para entendernos, el propio Sanderson lo ejemplifica con la saga de Harry Potter: se trata de un sistema de magia con normas que se van explicando a lo largo de los libros pero, visto desde un punto de vista más externo, no queda claro cual es el alcance de la magia ni cuales sus límites. A pesar de las normas, da la sensación de que se puede hacer casi cualquier cosa a partir de la magia.

Así, este punto intermedio intenta combinar elementos de ambos: se tratan de sistemas de magia con algunas normas pero que guardan esa sensación de sorpresa de la magia blanda; no parece tener límites o, al menos, no se especifican en la obra de forma concreta.

La segunda ley de Sanderson

Limitaciones > Poderes (O, si quieres escribirlo de manera inteligente, podrías decirlo así: Ω > |, aunque algo así podría enloquecer a un científico).

Con esta ley, Sanderson pretende poner en evidencia que las limitaciones de la magia siempre van a resultar más interesantes y incluso a ser más importantes que los poderes en sí. Mostrar las debilidades de un personaje en relación a su poder mágico otorgará al lector una sensación de esfuerzo puesto que será más difícil para el personajes alcanzar su objetivo, tensión dramática y profundidad, tanto en la psicología de tu personaje como en tu mundo.

A partir de esta idea Sanderson diferencia tres conceptos: limitaciones, debilidades y costes.

Limitaciones

Las limitaciones consisten, sencillamente, en detallar con exactitud qué se puede y qué no se puede hacer con magia. Fijar unos límites claros será muy importante para tu novela, puesto que la dotará de consistencia.

A la hora de otorgar los límites a tu sistema, debes adecuarlo a la naturaleza de tu mundo y de tu sistema de magia. Sé coherente y, sobre todo, evita eliminar limitaciones para ayudar a tus personajes. Es incluso mejor que tengas unos límites claros y que estos te obliguen tanto a ti como a tu personajes a buscar una forma de llegar hasta la meta. De esta manera, la victoria, alcanzada a partir del esfuerzo, tendrá mejor sabor.

Debilidades

A diferencia de las limitaciones, las debilidades con elementos que los enemigos pueden explotar para agotar a tu personaje. Se trata de elementos que vulneran el poder mágico, dejando desprotegido a nuestro héroe.

Las debilidades, a diferencia de las limitaciones, sirven para crear una historia mejor. Sanderson advierte del mal uso de emplear una debilidad oportunista para evitar que el héroe se vuelva demasiado peligroso, para ello ya podemos emplear las limitaciones. Una debilidad debe servirnos para crear una historia más profunda y que refleje mucho más del personaje que no una limitación. Por ejemplo, en el caso de Superman, sus dos debilidades más importantes son la cryptonita y su código de honor, su ética. Son elementos que, además de poder utilizarse contra sí mismo, hablan mucho del personaje: nos retratan su origen y los ideales que le otorgaron sus padres adoptivos.

Costes

Es muy importante introducir algún tipo de coste en nuestro sistema de magia. El lector siempre va a esperarse que la magia tenga algún precio y escritores novatos suelen prescindir de algo tan importante como es el precio de la magia.

Sin embargo, hay que tener cuidado con esto. Se debe encontrar un buen equilibrio entre coste y necesidad. Si el coste para emplear un conjunto es que muera un ser querido, igual no das pie a que se use demasiado la magia en tu novela. Debes encontrar un coste que sea significativo pero que no llegue a entorpecer demasiado el desarrollo de la trama.

Otros

Para terminar con la segunda ley, Sanderson añade toda una serie de cuestiones que todo escritor debería plantearse si desea introducir un sistema de magia en su novela: ¿Cómo se activa la magia? ¿Qué implica activar la magia? ¿Cuándo se puede emplear la magia? ¿Se necesita algo en concreto para hacer magia? ¿O estar en un estado mental concreto? ¿Con cuánta frecuencia se puede emplear la magia?

Anímate siempre a buscar la respuesta más original, fuera de los estándares. Siempre ten en mente que no estas creando sólo un sistema complejo, estas creando una historia mejor, cuanto más original presentes tu sistema de magia, mas llamativo resultarás.

La tercera ley de Sanderson

Amplía lo que ya tienes antes de añadir algo nuevo.

Con esta última ley, Sanderson quiere poner de manifiesto que una sistema mágico con miles de poderes y un abanico inmenso de limitaciones y costes, no va a ser mejor que uno más sencillo. En muchas ocasiones, resulta mejor y más práctico un sistema de magia sencillo y conciso que uno con mil variantes. Sanderson opina que es mucho mejor un sistema de magia en el que el autor profundiza en sus pocos poderes.

Por ello, esta ley pretende profundizar en el trasfondo, en lugar de ampliarlo. Para ello, nos explica como expandir la magia en tres direcciones:

Extrapolar

Consiste en valorar el impacto que provoca un poder en concreto dentro de la sociedad de tu novela. Se trata de hacerse preguntas del tipo “¿Qué pasaría si…?” ¿Qué pasaría si un mago es capaz de crear comida de la nada? ¿Qué implicaciones socio-económicas tendría un poder como este dentro de tu sociedad?

En muchas ocasiones nos encontramos un trasfondo mal trabajado justamente porque el autor ha pretendido juntar muchos poderes en un espacio demasiado pequeño. Sería una mejor opción centrar la atención en uno de esos poderes y reflejar los cambios que provocan en la sociedad o en los propios personajes.

Relacionar

Consiste en relacionar los poderes, las culturas y el trasfondo con la trama de tu novela. Por ejemplo, si quieres introducir distintos sistemas de magia o dotar a un personaje de varias capacidades, intentar conectar ambos poderes para hacerlos funcionar juntos.

Si relacionáis los poderes de vuestros sistema temáticamente y os preguntáis como funcionarían de forma conjunta os ayudará a expandir el trasfondo en lugar de acumular poderes sin ninguna interacción entre ellos. De esta forma, tendréis un sistema de magia unificado y no una serie de poderes embutidos en un cajón de sastre.

Compactar

Consiste en crear algo nuevo a partir de una variación de algo ya creado. Es decir, en lugar de crear un poder nuevo para un personaje, tomar un poder ya existente pero hacer que este nuevo personaje lo use de forma nueva y cautivadora. Por ejemplo, en un sistema de magia elementarista, dos magos que dominen el agua pueden hacer dos tipos de magia totalmente distinta. Creando, de esta forma, variedad en un sistema de magia aparentemente sencillo.

Compactar así ayuda a reducir la complejidad del sistema de magia, dota de consistencia y fuerza a la narrativa y obliga a desarrollar con más profundidad a los personajes; pensando, para cada uno de ellos, una forma distinta de usar una misma habilidad.

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Ésta ha sido mi síntesis de las tres leyes de la magia de Sanderson. Pero no te quedes aquí, te invito a leer sus artículos originales aquí; o bien la traducción al español que realizó Fantifica aquí.

Además, también puedes leer el análisis que he hecho a dos sistemas de Sanderson: la Alomancia y los Épicos. Incluso puedes echarle un vistazo a la Orogenia de N. K. Jemisin, pues bebe mucho de las leyes de Brandon.

¿Conocías estas leyes? ¿Las aplicas a tus historias?


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3 comentarios en “Las leyes de la magia de Brandon Sanderson”

  1. Hola.
    Me ha encantado este artículo, muy informativo, en realidad. No sabía, o no había tomado en cuenta, los puntos finales sobre las repercusiones de la magia y su papel dentro de la sociedad. Muy buen material.
    Felicidades.

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