Seguimos con el mes dedicado a Mayte Navales en mi #UnAñoDeAutoras, pero hoy dejamos a las brujas a un lado para hablar de algo mucho más técnico. Uno de los aspectos que enseguida me llamó la atención de «La última bruja» es el estilo poético de la autora. Mayte sabe jugar muy bien con varios recursos estéticos para dotar a su narración de gran belleza.
Toda esta entrada estará ejemplificada con fragmentos de la obra, pero no te preocupes porque me centraré especialmente en las descripciones y seleccionaré aquellas que no revelen información relevante para la trama.
1. ¿Qué es el lenguaje poético?
De forma muy resumida, se trata de una forma de describir que suele jugar con diferentes recursos estéticos propios de la poesía con la intención de crear belleza a través del texto. Un ejemplo claro sería el siguiente:
Y cuando el muchacho de la barandilla dio un trago a su cerveza, las nubes que rasgaban los cielos se apartaron para permitir que la luna llena lo iluminara. Bajo su luz, el joven resplandeció en la noche con el añil de los lirios del agua, de las clemátides, de las campanulas, muscaris y lobelias (p. 12)
Es decir, en lugar de decir que el muchacho tenía un aura azul que le envolvía, la autora juega con una personificación de las nubes y emplea una enumeración de flores que recuerdan al color añil previamente enunciado. Este lenguaje, dentro de la narrativa, te ayudará adquirir un estilo poético.
Si esta explicación te suena a chino, será mejor que sigas leyendo, pues enumeraré los recursos más llamativos que puedes usar fácilmente en tu narración.
2. Metáfora y símil.
Son los recursos que más se emplean pero, en la mayoría de los casos, no se suelen diferenciar bien. El símil no deja de ser una comparación (A es como B) mientras que la metáfora consiste en asimilar los dos aspectos que se están comparando (A es B).
Pero dejemos la teoría a un lado y analicemos el siguiente fragmento, en el que encontramos un símil y una metáfora.
Se revolcó en la hierba como un gato recién nacido y prendió sus enmarañados rizos con pequeñas flores blancas. Una araña sangrienta disfrazadas de ninfa de los ríos, una bruja soñando que era una niña (p. 50)
La primera parte en negrita es claramente un símil: se está comparando a esa niña con un gato recién nacido. En el siguiente caso, en cambio, la niña ha dejado de ser una niña para convertirse en una araña sangrienta. Su identidad se cruza con lo que se está comparando. Y este segundo recurso es mucho más impactante para nosotros.
Pero no sólo por el uso de la metáfora, sino porque está empleando otro recurso diferente:
3. Contraposición
Uno de los recursos más interesantes dentro del estilo poético es la contraposición. Esta logra crear sensaciones en nuestros lectores pues la confrontación entre dos situaciones contrarias ayuda a crear un ambiente tenso. Veamos el ejemplo anterior:
Se revolcó en la hierba como un gato recién nacido y prendió sus enmarañados rizos con pequeñas flores blancas. Una araña sangrienta disfrazadas de ninfa de los ríos, una bruja soñando que era una niña (p. 50)
Esta niña al principio se compara con un gato recién nacido y todos sabemos que los gatos 
son adorables, especialmente si son cachorritos. ¿Pero en qué se ha convertido en la siguiente oración? En una araña sangrienta que se disfraza de algo adorable. Esta contraposición hace que el lector se quede alerta, algo no encaja bien y le crea una sensación extraña.
Otro ejemplo distinto, esta vez para describir el ambiente de un lugar en el que la autora juega con el frenesí de una ejecución justo al lado de la degustación de dulces recién horneados.
Una jauría enfebrecida gritaba, insultaba, escupía y se regocijaba con el martirio. Presenciaban el espectáculo a la vez que degustaban churros y buñuelos recién hechos (p. 167)
4. Enumeración con clímax o anticlímax
Otro recurso que puede dar mucho juego en literatura es la enumeración. Pero no una enumeración normal, sino una con la que se pueda jugar con el clímax o el anticlímax. En otras palabras, se trata de una lista de elementos que va en aumento (clímax) o en desaumento (anticlímax).
Se fundía con la magia como un maestro de orquestra que dirige una sinfonía, un pintor que da vida a otro mundo, un arquitecto que crea un universo. Un mago, un brujo, un dios. (p. 301)
¿Te has dado cuenta? Este fragmento además de tratarse de una enumeración con un clímax brillante también juega con el símil y la metáfora. Al principio compara la acción del personaje con tres profesiones diferentes, enumerándolas entre sí. ¿Pero qué pasa al final? Ya no se está comparan
Con este recurso también se puede jugar al revés, creando un anticlímax. En este caso, crea la sensación de decadencia y deterioro. No he encontrado ninguna en la obra, aunque seguro que es porque no he mirado bien. Pero te dejo un anticlímax bellísimo que crea Góngora al final de uno de sus sonetos más famosos:
No sólo en plata o vïola troncada / Se vuelva, más tú y ello juntamente / En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Este poema describe la decadencia del cuerpo humano y el final genera un anticlímax en el que ese cuerpo en descomposición poco a poco se convierte en nada. No en vano es una de mis composiciones poéticas favoritas.
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¡Y eso es todo por hoy! Recuerda que para crear tu propio estilo todo es cuestión de práctica, pero espero que estos 4 recursos estéticos puedan ayudarte a adquirir un lenguaje poético y darle más belleza a una descripción aparentemente sosa.
Cuéntame, ¿conocías estos recursos?
¿Los has usado alguna vez?
¡Y nunca dejes de escribir!
Imagino que el libro de Mayte merece mucho la pena. Tenía ganas de pillarlo el año pasado, pero no lo encontré D: a ver si en el celsius…
Sí. A mi me ha gustado mucho: ha sido todo un descubrimiento, la verdad. Yo lo encontré fácilmente por Amazon, pero no he mirado por librerías.
Gracias por pasarte a comentar ^^
No conocía la autora pero obviamente a pasado al primer puesto de mi lista de pendientes. En cuanto a la entrada y a los consejos no puedo estar más contenta. Acabo de descubrir tu blog y ya es de mis favoritos.
¡Un beso!
Muchísimas gracias, ¡me alegro de verte por aquí!
Un abrazo y ¡gracias por pararte a comentar!