Si bien es cierto que es muy importante ser original y ofrecer historias únicas a nuestros lectores; muchas veces podemos encontrar nuestra inspiración en historias ya escritas y difundidas. Cuando nos encontramos flojos de ideas, es muy fácil volver la vista hacia los mitos de nuestro mundo mundo y darle un giro a nuestro estilo. Hoy hablaremos de la rusalka, una figura mitológica eslava que va de la mano de nuestras sirenas. Si buscas una forma diferente trabajar este mito, quédate hasta el final.
1. El mito eslavo
Empecemos por el principio: ¿qué es un rusalka? Se trata de figuras míticas femeninas del imaginario eslavo. Estas criaturas habitan en los ríos y los lagos y guardan gran similitud con nuestras ninfas y sirenas. Se las describe como hermosas mujeres jóvenes con el rostro níveo y el cabello verde. Sus ojos pueden ser blancos o del mismo color que sus cabellos. Lo habitual es verlas vestidas con largas túnicas blancas o, en su defecto, con atuendos confeccionados con las propias hojas del bosque.
Estas criaturas viven la mayor parte del año bajo el agua, en sus hogares subacuáticos que, dependiendo del mito, puede tratarse de un palacio lujoso o un simple lecho de plumas y paja. No obstante, durante el mes de junio salen a la superficie. Al salir de sus hogares, las rusalkas suelen quedarse junto a la orilla hilando, cantando o bailando. Aunque en algunos mitos también se destaca su gusto por columpiarse en las ramas de los árboles, especialmente los abedules. Su presencia hace que las plantas de su alrededor crezcan más fuertes, dotando de magia el lugar de su alrededor.
Sin embargo, si un humano, hombre o mujer, se encuentra con algunos de estos seres, su vida puede peligrar. Estas criaturas, al verse descubiertas, con sus cánticos o falsas promesas atraerán al susodicho hasta las aguas para hundirlo y ahogarlo. De hecho, existe a principio de junio la llamada «Semana de las Rulsakas», donde queda terminante prohibido bañarse en las aguas y no se debe trabajar puesto que si las rusalkas se enteran, maldecirán los cultivos y rebaños.
Si alguna vez te encuentras a una de estas criaturas, no todo está perdido: en algunos mitos se explican algunas formas de ser perdonado. El que me ha resultado más llamativo a mí personalmente es el que explica que el cabello de la rusalka debe estar siempre húmedo y, por ello, llevan consigo al salir de las aguas un peine que al usarlo suelta un chorro de agua. Arrebatárselo te hará dominarla. Aunque a mí me parece una muy buena forma de hacerla enfurecer más, pero bueno. De hecho, esto se relaciona directamente con las sirenas del imaginario vasco que ya vimos anteriormente en esta entrada.
Hemos hablado de cómo son las rusalkas pero… ¿cómo se convirtieron en estas criaturas? La mayoría de leyendas coinciden en que son mujeres que murieron ahogadas, la mayoría de ellas de forma violenta. A partir de aquí, cada mito difiere un poco el resto: algunas viven en paz en su entorno, otras buscan venganza de su asesinato y otras disfrutan ahogando a otros seres humanos. Pero todas ellas fueron, antes de rusalkas, humanas. Y esto aspecto es el con el que juega Mayte en su novela.
2. Como adapta Mayte Navales el mito para su novela
Si has estado pendiente de mis últimas entradas, sabrás que La última bruja cuenta la historia de Irati, una bruja nacida hace miles de años. Para ello, se trazan dos tramas argumentales: el presente contemporáneo y la edad media. No digo más, si quieres conocer mejor a esta fantástica mujer, tendrás que leerte el libro 😉
Una del as figuras que tiene bastante peso en la trama son, justamente, estas rusalkas. En esta novela no solo se juega con el mito de la bruja medieval, sino que también se entrelazará con el marco histórico otros mitos populares. Entre ellos, el de la rusalka.
En su novela, las rusalkas siguen siendo los espíritus de mujeres muertas ahogadas pero su relación con el mundo humano es mucho más agresiva. Las rusalkas defienden su territorio, un espacio natural virgen y cargado de magia, que la humanidad, poco a poco, va mancillando. Al igual que con el mito de la bruja medieval, con las rusalkas la autora pretende hacer una crítica a la evangelización que sufrió el pueblo haciéndoles renegar de los mitos y, en consecuencia, estas criaturas perdieran poder y fuerza.
Me ha parecido muy interesante como Mayte juega con el mito y, en lugar de hacerlas protagonistas, las convierte en víctimas: son una fuerza de la naturaleza que poco a poco va perdiendo poder y se ven reducidas a esconderse en los rincones más recónditos del mundo.
No hablo más para no contarte más de la cuenta, pero te invito a que descubras a estas criaturas y, a pesar de que se tratan de unos personajes secundarios, puedas sentir su desesperación al ver como la magia del mundo va despareciendo poco a poco.
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Y eso es todo por hoy. Recuerda que la fantasía alberga la magia de poder convertir cualquier mito de nuestro universo en algo real y poder jugar con él. Mayte ha usado a las rusalkas para dar una visión decadente del mundo, pero ¿por qué no crear una historia de ellas como protagonistas?
Cuéntame, ¿conocías este mito?
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¡Y nunca dejes de escribir!
Estoy escribiendo sobre el tema y me parece muy interesante la entrada
Añado al artículo que existe una hermosa ópera de Dvorak titulada Rusalka 🙂 Tiene un aria muy conocida (El himno a la luna) donde la ninfa Rusalka le canta a la luna porque se ha enamorado de un humano (spoiler alert: la cosa no termina bien; fin del spoiler).
¡Me alegro!
Muchas gracias por pasarte y comentar ^^
Oh, no lo conocía. ¡Le echaré un vistazo!
Gracias por pasarte y comentar ^^