Todos queremos escribir rápido, tener nuestro primer borrador listo enseguida para poder empezar a corregir y reescribir y ya dentro de nada poder hablar con editoriales, que nos publiquen nuestra obra, poder ir a firmas por toda España y… se nos acaba rompiendo la jarra igual que a la lechera cuando no somos capaces de hacer ni 500 palabras diarias.
Pero, tranquilo, no te preocupes. Aquí vengo yo a esbozarte las claves que empleo yo misma para no bajar (casi) nunca de las 1.000 palabras por hora de trabajo.
1. ¿No tienes tiempo? ¡Mentira! ¡Prioriza!
¿Cuánto pierdes delante de la tele? ¿Cuántas horas pasas en redes sociales? ¿Y jugando? ¿Realmente no puedes ganar media hora de tu tiempo para escribir?
Sí que puedes. No te engañes. Sólo tienes que priorizar. Tómate tu novela como algo serio, ¿quieres publicarla? ¿Que te lean? Pues el primer paso es convertirla en tu prioridad número uno. Tendrá que pasar a ser la primera de tu lista.
2. ¡Motívate con objetivos!
Yo siempre he funcionado mejor si intento mejorar una marca personal. Por eso, cuando empecé a querer aumentar mi producción diaria de escritura, me establecí tres tipos de objetivos:
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Objetivo ridículamente sencillo: todos tenemos malos días, los escritores no somos una excepción. Para ese tipo de día me pongo este objetivo, una cantidad ridícula de palabras, las justas para poder irme tranquila a descansar pensando que, al menos, he avanzado lo justo en la trama. En mi caso personal, se tratan de 500 palabras.
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Objetivo óptimo: es el objetivo que desearías cumplir todos los días. Lo óptimo para poder avanzar la novela al ritmo de deseas. Para mí, se tratan de 1.000 palabras.
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Objetivo casi imposible: este es el objetivos para locos como yo. Te pones un objetivo muy difícil de alcanzar para motivarte a ir a por él. Es posible que no lo alcances, pero al ver la cantidad de palabras escritas, no te vas defraudado. Mi objetivo imposible es de 2.000 palabras seguidas por sesión de escritura, generalmente abarcando hasta dos horas de trabajo.
Obviamente, los objetivos no tendrían sentido sin recompensa. Creo que es importante que, al mismo tiempo que te impones retos, te premies si los consigues: una tableta de chocolate, una bolsa de chuches o el resto de la tarde jugando a lo que sea son cosas sencillas pero con las que te sentirás complacido por el trabajo bien hecho.
3. ¡Necesitas una rutina y un horario!
Sí. Escribir no es trabajo para las musas. No escribes tu novela a golpes de inspiración, pues no terminarías de escribirla nunca. Necesitas un horario fijo para trabajar en ella, como si se tratara de cualquier otro empleo. Esto te lo he dicho mucho, así que me dejo de rollos y paso a como deberías concretar tu horario de trabajo.
Utilizo la técnica pomodoro y mi objetivo óptimo siempre es escribir una hora diaria. Así, me marco una franja de una hora disponible en mi horario y establezco el siguiente esquema: 25 minutos de trabajo, 5 de descanso, 25 de trabajo y otros 5 de descanso. En días buenos, que puedo llegar a trabajar hasta dos horas del tirón, el tercer descanso se convierte en uno largo de 15 minutos.
Si tienes la suerte de contar con un horario fijo durante todo el año, ¡por favor! ¡aprovéchalo! Establécete una franja horaria en la que SIEMPRE sea hora de escribir. Esto no quita que si te apetece escribir en otro momento no lo hagas, obviamente, pero te obliga a escribir diariamente y, junto a los objetivos esbozados antes, una cantidad de palabras fijas.
Piénsalo, ¿no ves como, realmente, las trabas te las pones tu mismo? ¡Escribir sólo te ocuparía una hora diaria!
4. ¿Te distraes mucho? ¡Tengo la solución!
Ay, es que me saltan notificaciones. Ay, es que entran en mi cuarto y me molestan. Ay, es que me acabo de acordar de un vídeo muy gracioso que me apetece ver. Y ay, ay, ay. ¡No! La hora de escritura –o las que quieras echarte– son sagradas: ni llamadas, ni redes sociales, ni interrupciones; sólo tú con tu novela.
En casa ya saben que cuando estoy escribiendo no estoy para nadie. Normalmente, intento estar sola; pero si no lo estoy, tienen bien sabido que estoy concentrada y no pueden molestarme. Sólo durante una hora. Existen mil cartelitos super monos que puedes usar para parecer más amable.
En cuanto a los vicios que muchos tenemos hacia redes sociales, te traigo un par de aplicaciones que seguro que te ayudan mucho.
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BrainFocus. es una aplicación para aquellos que sólo necesitan un pequeño empujón a la hora de concentrarse en su tarea. La base de su estructura es un temporizador: tu mismo determinas cuanto tiempo quieres permanecer realizando una misma tarea y cuánto descanso te mereces. Ideal para adaptar a la técnica pomodoro que te he mostrado en el apartado anterior.
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Flipd. Si no eres muy firme con tus propósitos igual te vendía bien, con ella puedes bloquear el resto de aplicaciones y determinar qué notificaciones puedes recibir y cuáles no.
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Forest. Si no te gusta imponerte mucha disciplina, igual te gustará este: no deja de ser un temporizador pero lo llamativo de esta aplicación es que se plantea como un juego. Mientras trabajas, tienes una semilla que va creciendo, si te distraes, si abres algo que no deberías o si no cumples con lo programado; se muere. Tu objetivo es lograr tener un bosque frondoso. Yo desistí de usar esta aplicación, maté demasiados árboles.
En realidad, una aplicación no va a salvarte la vida. Tienes que tener muy claro qué deseas hacer y en qué deseas convertirte. ¿Perder tu tiempo de escritura en redes sociales va a ayudarte a terminar tu novela? ¿Jugar durante un rato te ayudará a convertirte en lo que deseas? No te digo que no pierdas tu tiempo como desees, para nada. Simplemente establece qué tiempo debes dedicar a escribir y cuál puedes perder en lo que más te plazca.
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Eso es todo por hoy. Espero haberte ayudado. Yo antes era cómo tú: me distraía fácilmente y era incapaz de imponerme una rutina. La clave es tener claro tus objetivos y tener claro qué quieres lograr, cómo quieres que tu vida marche. Recuerda que las riendas de tu vida las manejas tú mismo y todos tus logros y fracasos dependerán de cómo sepas conducirlas.
Cuéntame, ¿cuántas palabras eres capaz de escribir diariamente?
Como siempre, te recuerdo que puedes suscribirte a mi newsletter, donde mensualmente te resumiré mis entradas y podrás acceder a material que diseñe especialmente para vosotros ^^
¡Y nunca dejes de escribir!
Estimada Taty:
Leida su publicación, he constatado que habla usted del tiempo de escritura puro y duro. Yo le dejo un par de preguntas por si tuviese a bien contestarme, en cuyo caso, me sentiré tremendamente agradecido.
1. ¿Cree que se debería guardar aparte tiempo para investigar, para comprobar si hay una escalinata en Santa María de Melque, lugar en el que tiene lugar la escena que se está escribiendo? ¿O es mejor terminar un primer borrador a toda velocidad, poner donde toque: COMPROBAR LA ESCALINATA, DESCRIBIR SANTOS DEL PÓRTICO DE LA GLORIA…, y buscar la información una vez iniciada la fase de correcciones?
2. El tiempo previo dedicado en la novela a investigación/worldbuilding, generación de personajes, estructuración, preparación de escaleta no es tiempo de escritura. Si este trabajo se demora varios meses, ¿sigue usted guardando un tiempo para escribir ficción, ya sea relatos, fragmentos, corregir otra novela…?
Muchas gracias por atender estas torpes líneas. Sin otro particular, quedo a su entera disposición.
Reciba un cordial saludo,
Iaberius Gundisalvi, "Alcaraván"
Por dios, no me trates de usted. Me haces sentir vieja xD
Esto es un "plan de acción" que sirve, únicamente, en la fase de escritura, que es posterior a la fase de investigación, creación de worlbuilding y demás. En general, antes de ponerte a escribir deberías saber de antemano los detalles relevates en tu mundo. Sin embargo, si hay algo que aún no tienes claro (igual el nombre de un pj o de una ciudad), lo puedes dejar en blanco y rellenar posteriormente en la fase de correción, que va a ser mucho más larga que la de escritura.
En mi caso particular, no añadiría un tiempo extra para investigar. Básicamente porque me distrairía. Entre el trabajo y el blog, me queda poco tiempo para dedicar a mi novela, así que lo focalizo en la fase en la que me encuentre. Eso sí, lo que sí que hago antes de empezar a escribir, es revisar lo escrito anteriormente para hacerme con el tono que empleaba en la sesión anterior o detectar algún fallo que poder arreglar.
Normalmente, en la fase previa de la de escritura (creación del mundo, de los personajes y demás) no escribo. Pero creo que esto es un error. Creo que se debería escribir siempre, aunque sean relatos o cuentecillos; más que nada para practicar tu escritura y dar con tu estilo o "marca" de autor. Aunque claro, aquí ya no usaría este plan, porque este está pensado para crear una novela con cierta rapidez. Lo que sí mantendría sería la rutina. Así te acomodas y te tomas más en serio tu oficio de escribir.
Aunque, eso sí, teniendo muy en cuenta que quien vaya a seguir esto es alguien que quiera convertirse en escritor profesional e intentar vivir de su literatura.
Y… Ya está, creo que no me dejo nada xD
Mi objetivo diario son 500 palabras. Los días malos me quedo en las 300 o no hago nada. También suelo dividir el tiempo: una hora para programar mi videojuego, una hora o más para escribir y quizás unos minutos para el segundo proyecto de videojuego.
solo me volví realmente productivo cuando dejé de esperar la "inspiración" y planifiqué un poco más la novela antes de empezar a escribir. Por supuesto, ayudó mucho encontrar la motivación correcta y desarrollar la disciplina de intentar escribir todos los días un poquito. Gracias a eso logré acabarla en apenas 9 meses y publicarla un par de meses después.
Ese es el truco: si dejas de pensar que sólo puedes escribir a golpes de inspiración, empiezas a ser productivo. Es más, sólo pensando así podrás terminar tu novela.
Muchas gracias por una respuesta tan rápida. Lo del tratamiento, es que me he dado cuenta de que al comentar en en estos blogs estoy hollando el santuario de los sabios.
Yo estoy todavía planificando, aunque tengo alguna escena escrita, y lo que intento es guardarme, aunque sea, un cuarto de hora todos los días para escribir aunque sea en plan escritura automática. Igual suena la flauta y me sirve para algo. Pero es un ejercicio que creo que sirve para desinhibirse.
Es que a veces no tengo claro a qué se refiere todo el mundo con lo de escribir todos los días, si, exclusivamente, al acto de juntar y crear párrafos o también a perfilar personajes, inventar biografías, enterarse del peinado de las romanas del siglo X (que en realidad también es juntar palabras en las notas que se toman).
En mi caso, es escribir lo que sería el primer borrador de tu novela. Todo el proceso anterior, no entra dentro de estos parámetros. Es algo que se debería hacer antes de ponerse a escribir "en serio" el borrador de principio a fin.
Lo que haces ya está bien, como bien dices ayuda a soltarte, a perder el miedo a la hoja en blanco. Pero esto iba más enfocado hacia quien ya se ha lanzado a escribir el primer borrador.
Y no, de sabios nada. Al menos por mi parte. Aún estoy aprendiendo muchísimo y con estas entradas solo comparto parte de las cosas que he ido conociendo a partir de la experiencia.
Olvidé detallar algo. Para mí, es esencial tener un esbozo de la trama, una estructura. Eso me ayudó muchísimo a no detenerme, pues ya tenía definido qué iba a suceder a lo largo de la novela. Antes, solía arrancar a escribir en cuanto se me ocurría una idea, el resultado eran dos páginas iniciales y un final que nunca llegaba a escribir, porque el relleno, lo que iba entre el inicio y el fin, no lo tenía pensado.
Me ha parecido un post muy necesario y sobretodo para mi que entre unas cosas y otras tengo mi blog (al cual puedes echarle un vistazillo si te apetece 😉 :http://elrincondemetis.blogspot.com.es/) algo abandonado pero con estos consejillos este verano intentaré ponerme al máximo con la escritura y sacar adelante todos los proyectos.
Un saludo!!! Bss ;D
Lo importante es saber organizarse. Yo, para estar al 100% con el blog y, al mismo tiempo, no descuidar mi novela, tengo las entradas pre-escritas dos semanas antes (y mi objetivo es tener todo un mes de entradas adelantado). Organízate y triunfarás 😉
Un abrazo!
Hola Tati,
en mi caso, soy mucho más básica.
No soy de fijarme un número de palabras por sesión (cosa que voy a empezar a hacer), simplemente me pongo el objetivo de contar hasta X momento, que puede llegar a ser como un capítulo o quizás medio, la cosa es que llegue y me quede contenta. Y si llego, ya me siento recompensada ^^.
Confieso que durante mi tiempo de escritura desconecto la wifi y dejo el teléfono en silencio y en otra habitación. Acabo de planificar mi mes de septiembre tras las vacaciones, de modo que a la hora en la que me he fijado el horario de escritura, no hay levantado en casa. Me es más fácil escribir cuando hay silencio.
Ya te contaré si mi nueva rutina me funciona y qué tal me va con un número de palabras objetivo.
Saludos.
Pilar
¡Ya me contarás!
Cada uno tiene su método y, además, este puede ir cambiando. Yo también hago mucho eso de contar hasta X, normalmente escribo un capítulo en cada sesión de escritura. Pero siempre reviso después cuántas palabras han sido para tener presente mi ritmo. Y no pasa nada si está por debajo de la media, hay días en los que la escritura no fluye tan bien. Es cuestión de autocomprenderse.
¡Ánimo con esa escritura y un abrazo!