¿Tus personajes hablan todos igual? ¿Sin el apunte del narrador, no sabrías diferenciar quién está hablando? Si te sucede eso, es que tus personajes carecen de vida, de dinamismo. En otras palabras, carecen de voz propia.
Para solucionar varios de estos problemas, hoy te traigo una entrada con la que intentar darle una voz propia a tus personajes.
1. Pasos previos
Antes de empezar a hablar sobre estos detalles minuciosos de tus personajes, primero, tienes que tener sobre tus espaldas todo un trabajo ya realizado. Es decir, no puedes darle voz a un personaje que no esté bien trabajado.
En este punto no me voy a detener, pues en esta página puedes encontrar entradas muy detalladas sobre cómo crear una buena ficha de personaje y, también, sobre cómo darle profundidad a tus personajes. Recuerda, también, que justo arriba tienes una pestaña que recoge todas las entradas relacionadas con la creación de personajes. ¡Échale un vistazo!
2. Cómo darle voz propia a tus personajes
Escucha las voces de tu alrededor
Vale, sé que el titulillo suena un poco raro, pero me explico: lo primero que tienes que hacer si quieres dotar de voz propia a tus personajes es pararte en un sitio público a escuchar cómo habla la gente. Un buen ejercicio para practicar esto es quedarte escuchando a un persona en concreto, que tenga una forma de hablar característica y, con libreta y boli a mano, identifiques los rasgos de su forma de comunicarse. Cuando reúnas varias, ¿te atreves a montar una escena con personajes que compartan estas voces?
Juega con los registros y el nivel cultural de tu personaje
Algo imprescindible a la hora de dotar de voz propia a tus personajes es jugar con los registros. ¿Recuerdas esa asignatura de la escuela? ¿Aquella sesión de lengua en la que te explicaban que no siempre hablamos igual delante de diferentes interlocutores o en diferentes situaciones? ¡Pues tus personajes no van a interactuar de forma distinta a como lo hacemos nosotros!
Para definir el registro, se destacan tres aspectos: el grado de formalidad, la especialización y el medio. A estos tres, yo añadiría un cuarto: grado de confianza entre los interlocutores.
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Grado de formalidad. En este aspecto, diferenciamos las situaciones comunicativas entre formales e informarles. Está claro que nuestro monje no hablará igual celebrando una misa que charlando con los otros monjes en el huerto.
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Especialización. En este aspecto, se diferencian las situaciones comunicativas entre específicas o generales. Si seguimos con el ejemplo de nuestro amigo el monje, no le explicará igual a una campesina iletrada las escrituras sagradas que como lo hace con sus compañeros. Es decir, el grado de especialización es mayor cuando se habla con alguien entendido del tema que cuando se habla con alguien que no lo conoce o que quiere aprender de ti.
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Medio comunicativo. En este aspecto, diferenciamos el discurso hablado del discurso escrito. Si en tu novela tu personaje va a escribir algo y lo quiere reflejar, debes pensar que generalmente siempre se escribe con mayor precisión y corrección.
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Grado de confianza entre interlocutores. Entrelazado con todo lo anterior, un personaje no se comportará igual con todas las personas. Si este monje está casando a su mejor amigo de la infancia, por muy formal que sea esta situación, no se comunicará de la mismo forma que lo haría con alguien que no conoce de nada.
Si juegas con todos estos aspectos, conseguirás que tu personaje sea más complejo y podrás darle verosimilitud y complejidad a su voz narrativa.
Eso sí, recuerda que, con respecto al registro, alguien culto puede rebajar su nivel y adaptarlo al habla más popular, pero la situación inversa es inconcebible. Aunque se puede dar el caso de que un campesino iletrado quiera intentar parecer culto, debe notarse en sus intervenciones que se siente inseguro dentro de un registro tan ajeno a él.
Muletillas, refranes y frases hechas.
Otra forma muy buena de dotar de una voz propia a tus personajes es darle una muletilla característica. Incluso el uso recurrente de refrenes y frases hechas te ayuda también a definir mejor su voz, especialmente si forma parte de una cultura diferente a la los otros personajes. Incluso una forma muy graciosa de darle muletillas a tus personajes es pensar cómo maldicen, cómo insultan o qué reproches sueltan en una discusión.
Si has leído la saga de los Reckoners de Bradon Sanderson, sabrás muy bien que a David se le distingue muy bien por su pésimo don a la hora de hacer metáforas y comparaciones, algo que lo hace diferente al resto.
Acentos
Crear un acento para determinados personajes y resaltarlo en la escritura es tal vez una de las apuestas más arriesgadas y complicadas para dotar de voz propia a un personaje, pero altamente efectivas. Destacar acentos propios como el seseo o, incluso, un acento de una raza propia de tu mundo puede darte ese toque especial que lo identifique.
A mi, personalmente, no me gusta demasiado resaltar así los acentos. Pero es cierto que autores como Terry Pratchett han usado este recurso con maestría. Recordemos a Cohen, un bárbaro que ha perdido su dentadura:
No, ziempde ezcupen loz pedazoz. No pueden digedid a al gente, ¿zabez? El tdoll coddiente no quiede de la vida nada máz que un buen tdozo de gdanito, todo lo máz un bocado de lodo como pozte.
Hacer algo así es una apuesta arriesgada, cierto, pero impacta y es una voz que queda grabada en el imaginario de los lectores.
3. Cómo dar vida a tus personajes
Tener una voz propia no lo es todo, ni mucho menos. Necesitas descubrir como se mueven tus personajes, como actúan en determinadas situaciones y como interaccionan con los demás. Para ello, te propongo un ejercicio. Coge a varios de tus personajes más importante, repiénsalos bien y ponlos a cada uno de ellos delante de una misma situación y oblígales a actuar. ¿Qué hacen? ¿Cómo lo hacen? ¿Por qué lo hacen? Te voy a dar tres situaciones, escoge una de ellas y explica como actuarían tus personajes:
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A tu personaje le dan un bebé para que lo coja en brazos.
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Un mendigo pide una limosna a tu personaje.
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Un borracho le tira la cerveza encima a tu personaje.
Escoge uno de los tres y crea la reacción de tus personajes.
¡Y déjamelo en los comentarios!
Este tipo de ejercicios te ayudan a conocer a tus personajes y saber identificarte con ellos. Así, la descripción de sus reacciones serán mucho más vívidas y más verosímiles con su personalidad. Si dedicas un buen rato a describir reacciones ante situaciones varias, tendrás mucha soltura con ese personaje. Y sus idas y venidas estarán cargadas de vida. Lo harás parecer real y, además, podrás trabajar también la voz del personaje. ¡Todo un 2×1!
Pero no me iré sin antes contarte qué harían mis personajes. ¡Qué menos si te estoy pidiendo que compartas conmigo parte de tus creaciones! ¿no? Por falta de espacio, no lo desarrollo más; pero, si puedes, aprovecha bien este ejercicios para practicar también escritura.
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Luzmarina cogería al bebé sin saber muy bien qué hacer con él y se lo pasaría a Nia para que se lo aguantara.
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Shasha lo cogería con asco de la blusa y lo alejaría de ella, por miedo a que le vomitara encima. O algo peor.
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Lyra lo tomaría con cariño entre sus brazos, lo estrujaría y le tararearía alguna cancioncilla de su infancia.
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¡Y eso es todo por hoy! No hay cosa más difícil que darle cuerpo, voz propia y vida a tus personajes. Pero, aun con el riesgo de parecer demasiado obvia, todo se soluciona escribiendo y empapándote de ellos lo máximo posible.
No te vayas sin explicarme la reacción de tus personajes,
¡me encantará conocerlos!
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¡Y nunca dejes de escribir!
Buenos días
No me he resistido a robarle unos minutos al trabajo y comentarte esta entrada. Esto de intentar darle una voz distinta a cada personaje es algo que me obsesiona y que, me temo, que en muchas ocasiones no me sale bien.
A veces no es crítico. Por ejemplo, en literatura contemporánea, si tus personajes son de un nivel cultural parecido, hablarán parecido y pienso que eso está bien. En ese caso, lo que más determinará como hablan es su profesión. Un abogado hablará casi de la misma forma que un camarero que dejó una carrera en primer curso. Pero si le proponen entrar en una casa rompiendo la ventana con una piedra, el camarero dirá: "¡Jamás! Iría a la cárcel!" y el abogado diría: "¡Jamás! Sería un allanamiento con fuerza" (es un ejemplo).
Sin embargo, en fantasía, si tu ambientación es más o menos histórica, deberás enfrentar a personajes que no saben leer con otros que leen su idioma y el latín (o equivalente en tu mundo). Ahí sí que tendría que haber diferencias, pero es muy difícil…
Sabes que escribo en español y en inglés. Encuentro más fácil dar voces únicas en inglés y, además, en ese idioma es mucho más común escribir como se habla. En español, aunque yo fuera ceceante, sería raro que escribiera: "Qué canzado eztoy". De hecho, en los libros de estilo, hay normas para escribir palabras con acento y se pide que se pongan en cursiva. No es natural. En cambio, en inglés, lo usan más. Por ejemplo, personas que escriben correctamente y te sueltan en un tuit algo como "Gunna eat pizza!" Eso lo veo muy poco entre hispanohablantes.
Poniendo casos concretos… En español uso mucho las muletillas y los "apodos". Me salió, creo que bien, en un par de escenas caracterizar a un canalla porque llamaba a Neivria "princesa". Cosas como: "No, princesa, si no hay dinero, no hay trato". Otro hablaba de un tercero llamándolo "bicho" y soltaba muchos tacos: "¡A mí no me pone cojones un bicho de mierda!" (perdón por los tacos). Usé lo de "bicho" para que un personaje A le dijera a Neivria que ese tipo estaba buscando a un bicho, y Nevria (y el lector) ya sabían quién era ese tipo. Eso también lo uso mucho: la cantidad de lenguaje "soez" que usan. Al principio de mi novela, Neivria discute con otra chica. Neivria suele insultar sin decirte groserías, con ingenio o con sarcasmo. Si empieza a llamarte de todo, mejor que la calmes o que te vayas, porque significa que está fuera de control y lo siguiente que hará es pegarte. La otra chica le responde con groserías todo el rato.
Con Loztu, el problema es representar el habla de un extranjero que lleva años estudiando el idioma. En español solo puedo usar con efectividad un empleo arcaico y formal en exceso del tratamiento. Si supieran mi nombre, Neivria, como mucho, me diría Donald alguna vez que otra. Loztu, casi en cada frase, me diría "señor Donald". El resto es hacerle hablar con mucha educación y cosas "fuera del diálogo". Por ejemplo, Loztu dice una vez que lleva un salvoconducto. El govriano le dice "¿Un qué?". Loztu se lo da, el tipo lo abre y dice: "¡Ah, esto es un salvoconducto!" Representa que Loztu pronuncia tan mal "salvoconducto" que no lo entienden. En inglés es más fácil. Neivria usa mucho las contracciones: "You're right, I'll do it". Loztu ni una vez, como si estuviera escribiendo un libro: "I will enter in the crypt, mister Donald" (te aviso que en govriano se dirigen por el nombre, nunca por el apellido: Loztu lo que hace añadirle "señor" al nombre). En inglés usé que un personaje decía cosas como "D'you like my legs?" o "Gimme a mark". En español lo escribí normal, porque, normalmente, lo de "¿Te guztan mih piernah?" suena cómico. Y la situación en que se lo dicen a Loztu era muy amarga para él. Sigo en otro comentario.
Como solo tengo dos personajes principales, voy a hacer las tres.
* Nevria cogería al niño con una sonrisa, lo apretaría bien contra el pecho, diría algo como "¡Qué niño tan guapo!", le haría cosas para llamarle la atención y le daría un beso en la frente. Actuaría igual si el niño le pareciera guapo de verdad o un adefesio.
* Loztu cogería al niño como si estuviera hecho de cristal y se quedaría tieso, como si estuviera delante de un oficial. Casi no lo miraría, pero diría, si se lo ha dado la madre y fuera un niño: "Tiene un hijo muy sano, señora Pepa".
* Neivria ni miraría al mendigo.
* Loztu le diría con cara de pena: "Lo siento mucho, señor, pero no llevo ninguna moneda" (solo si es verdad. Si lleva monedas pequeñas le dará una)
* Neivria daría un grito, empezaría a decirle que la ha puesto perdida, que tiene que ir con más cuidado. Si el borracho se disculpa, le diría: "pues si tanto lo siente, podría darme dos marcos, que el corpiño está para tirarlo" (siempre buscando la oportunidad de ganar dinero 😀 ).
* Loztu diría: "No se preocupe, señor". Si el borracho se disculpa, insistiría: "No se preocupe, señor, casi no me ha manchado" (y diría eso aunque le estuviera chorreando la cerveza por la cara y pareciera que se ha caído a un río).
Saludos.
Me encanta Nevria, me recuerda mucho a mi Shasha. Aunque ella sí que suelta tacos y es bastante malhablada, también es aconsejable apartarte cuando se pone furiosa xD
Hostia, pues está muy bien la caracterización que haces del habla de Loztu y Nevria en inglés. Es cierto que en español es mucho más difícil. El ejemplo que he puesto es de Terry Pratchett, que es una saga de humor con un protagonista que ha perdido la dentadura. Es difícil llevarlo a la práctica en una situación más seria.
¡Qué gracioso! Le estoy cogiendo cariño a Nevria xD
Buenas.
La verdad, como siempre, he encontrado el artículo muy interesante y he podido aprender muchos trucos que seguro que me servirán de ayuda. Por lo que gracias jajajaja.
Por otra parte, con respecto a las situaciones, tengo algunos personajes, así que pondré tres de ejemplo e iré uno por uno.
Primero Ragnar:
-Ragnar no solo cogería al niño, sino que, si fuera por él, le adoptaría, le entrenaría en el ámbito de la magia como un buen mentor, y le cuidaría como un buen padre.
-Ragnar robaría una hogaza de pan o una longaniza para entregársela al mendigo. Para él no hay nada mejor que ayudar a alguien que lo necesita, sea cual sea el método (con excepciones).
-Ragnar no le daría importancia si un borracho le tirara una jarra de cerveza. Probablemente se reiría y poco más. Es una persona bastante tranquila y pacífica.
Después, Luciel:
-Luciel se negaría a coger al niño, pues odia a un bebé tanto como un gato odia a un perro.
-Luciel ni prestaría atención al mendigo. Suele estar demasiado ocupada en sus pensamientos como para reflexionar sobre las calamidades que azotan el mundo, y es incapaz de empatizar con una persona que se está muriendo de hambre debido a su alto estatus económico y social.
-Luciel echaría al borracho de la taberna a patadas, le metería una paliza, y le torturaría hasta saciar su sed de sadismo y venganza.
Y finalmente, Edward.
-Edward intentaría acariciar al bebé con sumo cuidado. Después jugaría un poco con él con el objetivo de hacerle reír.
-Edward intentaría darle dinero al mendigo, pero muchas veces le es imposible. Ser mago es antónimo de ser rico, y rara vez lleva consigo algo de dinero. Tiene para vivir y poco más.
-Edward se levantaría y empezaría, en medio de la taberna, una pelea. Debido a su debilidad física, lo más seguro es que fuera aplastado por su rival antes siquiera de asestar un mísero golpe.
Me da muchísimo miedo Luciel, ojalá no cruzármela nunca por la calle xD
¡Gracias por presentarme a tus personajes! ^^
Un tema interesante, las voces y los pensamientos e incluso la forma de pensar y afrontar situaciones. Todo ju to y con sentido es difícil cuanto menos.
Tengo un capitán del ejército, dos científicos jóvenes, uno anciano,… Cada uno tiene que ser diferente. Aunque más difícil es ponerse en la piel de un niño pequeño. Es lo que más me está costando.
Me ha gustado mucho el punto 3 donde le pones en diferentes situaciones para ver como reaccionarían. La verdad es que el ejercicio es muy revelador.
Case: tomaría al bebé con firmeza, con el firme propósito de protegerle. Sin sonreír.
Shawn: jugaría con el bebé
Tom: No lo querría coger.
Juliet: lo tomaría con falsa profesionalidad
Collins: sonreiría y gruñiría satisfecho de tener un bebé en sus brazos. Dejándo que le tocará y explorase por si mismo.
La verdad me encantan estos ejercicios. Estaba buscando donde poder hacerlos y compartir impresiones, como subir fotos de una cara, un paisaje, una habitación y subir cada uno una descripción de 200 o 300 palabras. Creo que ver como lo enfocan otros te abre nuevas ventanas y es interesante. De todo se aprende.
Un saludo
Si te interesan este tipo de ejercicios creativos, existen un montón de foros donde se llevan a cabo. Yo estuve un tiempo registrada en foroescritores.es y fue muy divertido.
Gracias por pasarte y presentarme a tus personajes ^^
Buscaré donde me indicas, seguro que aprendo un montón, porque cuanto más escribo más veo que no tengo ni idea.
Eso nos pasa a todos. Cuando escribes, mejoras. Por eso, cuando corregimos textos antiguos somos capaces de verle los errores y mejorarlos. Y cuidado, por si te das un poco de tiempo, esta corrección podrá volver ser mejorada.
Es la magia de aprender a escribir: nunca acabas, nunca llegas a la perfección. A mi me encanta, aunque a otros les desespera xDD
Un saludo, ¡espero que te ayude!