Si no has leído nada de Robin Hobb, te estás perdiendo una joya. De verdad: una joya. Si quieres conocerla más a fondo, cosa que te recomiendo, te dejo aquí el enlace a su página de Wikipedia. De todas formas, si no has leído nada suyo, no te preocupes: en esta entrada no hablaremos de sus obras en sí, sino de su maravillosa destreza a la hora de crear personajes.
Las obras de esta autora son lo que se conoce como novela de personaje; es decir, una novela donde lo que prima es el personaje, su evolución y transición a lo largo de la novela. No se trata de una novela exenta de trama narrativa, para nada, solo que el foco de atención de la autora estará en sus personajes. Esto, sumado al hecho de que Robin Hobb escribe y crea personajes redondos, coherentes y con una gran profundidad psicológica, la convierte en una gran maestra a la hora de concebir y hacer evolucionar a nuestros personajes.
En esta entrada pretendo extraer aquellas características en la que destacan los personajes de esta autora para elaborar una serie de pautas que tener en cuenta para intentar aprender de ella.
1. Todos los personajes llevan diferentes máscaras.
Esto es algo evidente en la vida real, pero algo de lo que nos olvidamos a la hora de escribir nuestros personajes. Toda persona tiene diferentes máscaras en su día a día y también lo deberían tener nuestros personajes. Por ejemplo, Robin Hobb nos presenta a Artimañas: rey, esposo, padre y abuelo. Artimañas no sólo es rey, ni sólo abuelo del protagonista: Artimañas tiene mil máscaras con las que convive día a día.
Y todos nuestros personajes deberían tenerlas. Si quieres crear un buen personaje, ten muy en cuenta todas sus facetas en su vida diaria. Es especialmente útil para crear antagonistas: puede suceder que su distintas facetas influyen entre sí: ¿qué escogería un padre: dejar que el enemigo mate a su hijo o salvar su ciudad? ¿Qué hará la general de un ejército: echaría de la tropa a su hijo por incompetente o usaría su influencia para darle un buen puesto? Lo más posible es que diferentes personajes, puestos en situaciones parecidas, actúen de una forma muy diferente. Incluso, por qué no, habrá quien consiga encontrar un punto medio; pero eso sí, la gracia está en jugar con los personajes poniéndoles en situaciones límite que les obligue a decidir.
Esta características sobre la que la autora trabaja tanto y tan bien da muchísimo juego para dotar de claroscuros a nuestros personajes. ¡Aprende a aprovecharla!
2. Todos los personajes visten diferentes capas.
Siempre que hablo de los personajes de esta autora, los describo de una forma muy particular: llegas a ellos, a su verdadero ser, quitándole capas, desnudándolos. Y, en realidad, es la forma en la que en la vida real descubrimos y entendemos a las personas de nuestro alrededor.
A Burrich, por ejemplo, nuestro protagonista lo conoce como alguien rudo y autoritario al que todos temen. Esta es la primera capa de Burrich: lo que él deja ver a la gente con la que se encuentra por primera vez. Es su carta de presentación, por así decirlo. A medida que Traspié interactúa con él, toman confianza entre sí y se va desarrollando una verdadera interrelación, es cuando poco a poco se van descubriendo las otras capas de ese personaje: sus miedos, sus fobias, sus lealtades y sus prejuicios.
¿No te ha pasado nunca qué, tras conoces a una persona, te das cuenta de que no era como realmente esperabas? Es normal. Una persona es demasiado compleja como para poder entenderla en una única capa. Se necesita confianza y mucho tiempo para conseguir alcanzar una de las capas más profundas de esa persona. ¿Por qué nuestros personajes iban a ser diferentes?
¿Por qué el malo es malo? ¿Es malo a ojos de quién? ¿Por qué hace lo que hace? ¿Qué hay detrás de sus intenciones? ¿Qué miedos tiene? Jugar con esta característica, te ayudará a hacer que la evolución del personaje, ligada a la interacción con los demás, sea mucho más coherente y verosímil. Si, encima, lo ligas con el punto anterior, tendrás un personaje prácticamente redondo.
3. Todo personaje carga con una gran mochila.
Y es que a todo lo anterior tenemos que sumarle sí o sí el pasado de ese personaje. Pero, más que simple tiempo pasado, Robin Hobb juega con la experiencia de sus personajes, que es algo que va mucho más allá: ¿qué forma de enamorarse tendrá alguien en su primera vez? ¿Cómo lo hará alguien que ha pasado por decenas de parejas? ¿Qué decisiones tomará alguien en un campo que le es totalmente desconocido? ¿Y alguien que se ha enfrentado muchas veces a la misma situación?
En este caso no voy a poner ningún ejemplo de sus obras porque no se me ocurre ninguna que no sea un spoilerazo, pero os hablaré un poco de mí misma. He convivido casi toda mi vida con una persona que sufría varios ataques de ansiedad al mes. Mi forma de actuar ante un ataque de este tipo, o de vivirlo yo misma, será totalmente diferente de alguien que se tope con esto por primera vez. Yo sabré como actuar, qué pedir exactamente si necesito de la ayuda de alguien y qué decirles exactamente a los sanitarios. Alguien que se encuentre en esta situación por primera vez, lo más posible es que se bloqueé y no sepa qué hacer.
Nuestros personajes, no son diferentes a nosotros. Tienes que tener muy en cuenta qué vivencias pasadas marcarán a tu personaje, claro, pero también tendrás que saber cómo actuará en diferentes situaciones dependiendo de si ya las ha vivido o no. Todo esto, claro está, puedes retorcerlo al máximo: un padre que ha visto morir a dos de sus hijos en sus brazos, ¿podrá matar en batalla a los hijos de otros?
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Y eso es todo por hoy. Pero no te preocupes, Robin Hobb va a quedarse con nosotros pues es brillante creando personajes, pero también jugando con la mitología. Recuerda que tus personajes no tienen porque ser tan diferentes a la gente de tu alrededor, los de Robin Hobb son una buena muestra de ello.
Cuéntame, ¿tus personajes también llevan máscaras, capas y mochilas?
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Conozco a la autora, pero aún no he leído nada suyo. Hablando de los últimos personajes que he creado, los de Velas en la distancia.
1) Loztu lleva permanentemente la máscara de la cortesía hakol, que es muy rígida. Salvo excepciones muy contadas, porque la paciencia tiene límites incluso para quien está sometido a una cortesía muy rígida, no expresa lo que siente de verdad. Solo delante a su mejor amigo se muestra como alguien a quien le gusta beber cerveza en las tabernas, que estuvo enamorado, etc.
Neivria tiene una máscara para negociar con delincuentes y para momentos de tensión: muestra una confianza en sí misma muy convincente. Sabe que mostrar miedo puede ser fatal. Confía en que inventarse mentiras muy elaboradas y mantenerlas a toda costa le dará ventaja frente a criminales que estarán haciendo lo mismo. También hacerse pasar por otra persona. La verás hacer esas cosas con tanto desparpajo que te parecerá difícil creer que, a veces, pasa miedo y duda mucho.
2) Loztu es muy cerrado. Muy difícilmente vas a conseguir quitarle capas. Si lo consiguieras, te llevarías la sorpresa de que seguir la cortesía hakol y las normas morales de su sociedad, muchas veces, le crea conflictos que no puede resolver y que le causan bastante dolor. Sobre todo, cuando sus sentimientos (lealtad, agradecimiento…) chocan con las normas de conducta de su pueblo. No te esperas que alguien tan comprometido con seguir las normas sociales de su país sufra por ello o que, incluso, las critique por demasiado rígidas.
En cuanto a Neivria, esconde inseguridad y vulnerabilidad. Es muy raro que demuestre en público que la has herido u ofendido, sobre todo si eres un extraño. Es más propio de ella superar el dolor (o el enfado) encerrándose en su habitación y tumbándose en la cama. Si está rumiando el dolor de esa forma y te aprecia lo suficiente como para que le hayas quitado capas, te agradecerá muchísimo que llames a la puerta de su cuarto y estés un rato con ella, interesándote por lo que le sucede.
Aparentemente, está muy segura de todo lo que hace. Si la conoces mejor, te puedes encontrar que le dices: "has negociado muy con ese tipo" y que te conteste, muy contenta: "¿De verdad? ¿Tan bien me ha salido?" O que si se ve obligada a luchar, piense "me saca diez centímetros, tiene unos brazos más gruesos que mis muslos. Me va a destrozar" y, sin embargo, combata con todas sus fuerzas. Por supuesto, si eres su amigo, a lo mejor la ves hacer un combate impecable, la ves demostrar que estaba mucho mejor entrenada que su rival y luego te dice algo como: "no sé cómo he podido ganarle".
3) De las mochilas de Loztu no puedo decirte mucho sin caer en "spoilers", ya que algunas las empezará a cargar a mitad de la novela. La que carga desde el inicio es la sensación de que está traicionando a su pueblo y a su padre. Su misión busca salvar a la República, pero le parte el corazón a su padre y no puede participar en una expedición contra los kawtsut porque no estará en su país.
Neivria carga el remordimiento de que, cuando pierde el control, hace cosas que la atormentan. No puedo hablar mucho, pero portándose mal para que la dejaran irse de su pueblo, se peleó con una chica más bruta y fuerte que ella. Aunque fue en parte por miedo, usó sus conocimientos de artes marciales y le dio una paliza de muerte. La suerte fue que otras tres consiguieron separarlas. Le pesa como una losa por muchos motivos: porque iba en contra de las enseñanzas de su maestro, porque, en realidad, no quería hacerle daño. La echaron de su pueblo por eso. Esto hace que si empieza discutir en serio con alguien, tienda a marcharse. Podrás pensar que es por miedo, pero es para no pegarle.
Un saludo.
Me encanta esta última carga que lleva Neivra sobre las espaldas. Es muy interesante todo lo que comentas porque son cosas que te ayudan a hacer a los personajes complejos, que sean más de lo que se muestra en un primer plano.
Llevo tanto tiempo escuchando a hablar de Loztu y Neivra que ya estoy deseando poder leer Velas en la distancia xD
¡Gracias por comentar!