Cómo describir físicamente a tus personajes manteniendo la coherencia de tu narrador

Hace unos días, hablando con un seguidor por Twitter, me di cuenta de que no tengo ni una sola entrada sobre cómo describir físicamente a tus personajes. Así que vengo a solucionarlo. En la entrada de hoy, encontrarás toda una serie de consejos para describir de forma coherente y realista a tus personajes.

Recuerda que cada uno tiene sus propios gustos y estilo personal. Hoy te vengo a explicar cómo me gusta encontrarme las descripciones en los libros que leo y como lo reproduzco en mis escritos. No soy ninguna experta, pero espero que mi experiencia pueda serte de ayuda.

Lo primero que tienes que tener en cuenta a la hora de ponerte a describir un personaje es que no podrás hacerlo igual dependiendo del narrador que estés utilizando. Si estás usando un narrador en primera persona o uno equisciente, necesariamente tendrás que describir desde el punto de vista de tu personaje y, por lo tanto, no lo harás de la misma forma que con un narrador omnisciente o uno testigo. Si todos estos palabros te suenan a chino, te dejo por aquí la entrada dedicada a los narradores que puedes emplear en tus escritos.

1. Describirse a uno mismo.

Siempre que usemos un narrador en primera persona, se dará el caso de que el protagonista se auto-describa. Lo mismo sucederá con un narrador equisciente, puesto que el narrador adopta la voz y el punto de vista de un personaje, aun estando escrito en tercera persona.

No puedes describir al protagonista de la misma forma que describes a otro personaje si es este el que está narrando tu historia. ¿O es que acaso en tu día a día te paras a pensar en el color de tus ojos o la tonalidad de tu piel?

¿En qué contexto te describes a ti mismo?

Lo dicho: de forma habitual, una persona no dedica demasiado tiempo a describirse. Nos tenemos demasiados vistos y sabemos de qué color es nuestro pelo y conocemos la forma de nuestra nariz. ¿Para qué vamos a repetirnos algo que ya sabemos? Pero si que existen momentos en los que realmente dedicamos un buen rato a estudiar nuestro reflejo, ¿verdad? Por ejemplo:

  • Si estamos acicalándonos o vistiéndonos para una ocasión especial
  • Si nos sale algo en una zona muy visible, sea un grano o una herida.
  • Si ese día estamos especialmente despeinados o sorprendentemente bellos.

Pero estamos escribiendo fantasía: ¡pongámonos más fantasiosos!

  • Puedes tener un personaje que pueda cambiar de forma.
  • O uno que cada vez que muere resucita en un cuerpo nuevo.
  • O puedes tener un personaje con amnesia y que realmente no recuerde cómo es.

Pero, de todas formas, nos pasa lo mismo que en el grupo de ejemplos anteriores: un personaje solo se auto-describirá cuando sea algo novedoso o llamativo para él.

¿Cómo te describes a ti mismo?

Ya hemos aclarado que no te describes en todas las circunstancias pero algo mucho más importante es saber cómo te describes. ¿Por dónde empiezas? ¿Por dónde acabas? ¿Te describes de cuerpo entero? ¿Te centras en una parte?

Algo que tengo clarísimo es que si tu personaje se va a describir, es inverosímil que lo haga de forma detallada y ordenada. ¡Nadie se describe de esa forma! Lo habitual es que te centres en un aspecto que llame especialmente la atención  ya que normalmente nos describimos a nosotros mismos a partir de lo que vemos diferente.

Voy a poner un ejemplo para que quede claro. De hecho, lo voy a extraer de uno de mis borradores. Os presento a Shasha. En su primera escena hay un momento en el que pasa por delante de un espejo y se para a mirar.

Pasó desinteresadamente por su escritorio y se detuvo un instante ante el espejo. Dos penetrantes ojos rojos le devolvieron el saludo. Al ver su aspecto, hizo una mueca: aquel encuentro la había despeinado. Nunca llevaba el pelo recogido ni arreglado, pues con aquella maraña de rizos pelirrojos le era imposible. Como decían en su pueblo: tenía una cabellera casi tan indomable como ella. Sonrió. Colocó un par de mechones en su sitio y, cargada con todos los objetos robados, salió de la habitación.

Realmente lo único que he hecho es decir que es pelirroja y que suele ir muy despeinada, además de los ojos rojos que la caracterizan. No necesito más con un narrador esquisciente, ella conoce el color de su propia piel, no va a detenerse a explicárselo a ella misma: ¡sería absurdo!

¿Qué es lo que hago yo para describir estos aspectos del físico de mis personajes? Puesto que no sería verosímil que ellos mismos lo hicieran, lo hago a través de la contraposición o la comparación. A Shasha le va a sorprender el tono blanquizco de los humanos y la debilidad de sus cuerpos porque, de forma natural, lo contrapondrá a cómo es ella y cómo son en su pueblo. Solo con decir que los humanos llevan espadas ligeras porque no son capaces de cargar con el peso de una espada de verdad, ya estoy diciendo mucho sobre la constitución de esta raza.

2. Describir a otro personaje desde el punto de vista de un protagonista.

Veamos la otra cara de la moneda: Y si nuestro protagonista describir a otro de los personajes de nuestra historia, ¿cómo lo hará? ¿En qué se centrará?

¿En qué se fijará el narrador?

Creo que una de las cosas más importantes es tener claro que nadie describe mentalmente a la gente con la que se cruza de forma ordenada y clara. ¿O tu alguna vez lo has hecho? Piensa un momento en cómo describes en tu cabeza a la gente con la que te cruzas por la calle.

En mi caso al menos, generalmente, me fijo en algo llamativo, en algo que atrae toda la atención. Estoy pensando en una chica con la que me crucé en la estación de tren que llevaba el pelo teñido en un degradado morado. Estuve un buen rato fijándome en ese degradado tan bonito. Tanto es así que me dio exactamente igual el color de sus zapatos, si llevaba falda o pantalón o si sus ojos eran azules o marrones. Me interesaba esa cabellera.

Tus personajes actuarán igual. Siempre hay un aspecto de las personas con las que nos cruzamos que nos llama la atención y empezamos su descripción con ello. A lo mejor lo que hacemos es compararnos, a lo mejor simplemente es algo que nos llama la atención por su belleza, su fealdad o, incluso, su rareza. Tu personaje no debería describir al resto de forma ordenada y de la misma manera que lo haría un narrador omnisciente porque, repito, no sería coherente. Fíjate en cómo percibes a la gente de tu alrededor para saber cómo lo harán tus personajes también.

¿Qué necesitas destacar de ese personaje?

Otro aspecto importante a tener en cuenta en este tipo de descripciones es saber qué necesitas tú como escritor que se destaque de ese personaje. Pero ojo, no tienes que forzar al personaje a darse cuenta de ese aspecto en concreto, tienes que ser fiel a él.

Pongamos un ejemplo para que quede claro. Vamos a usar un super-cliché. Uno de los personajes tiene una marca de nacimiento en el hombro derecho que, al final de la trama, se desvela que sirve para indicar la procedencia de un linaje concreto. Tu protagonista posiblemente no se fije en si tiene una marca en el hombro o no, si no conoce esta información y si no está buscando a este personaje en concreto. No tienes que forzar el primer encuentro para que se fije en él. Pero puedes hacerlo de otras muchas formas: puede fijarse en él casi por casualidad cuando se está cambiando o pude oír como otros personajes hablan de esa marca que han visto.

Tienes que tener muy en cuenta que las descripciones van mucho más allá de retratar al personaje: a medida que avanza la narración, se pueden ir descubriendo diferentes aspectos de todos tus personajes puesto que un narrador en primera persona o equisciente nunca describirá con pelos y señales a nadie.

3. Ventajas del narrador omnisciente.

El narrador omnisciente te libra de estas problemáticas. Con él, puedes dedicar toda una página a detallar lo que tu personaje lleva puesto o no, pues como narrador objetivo tiene la potestad para hacerlo. Pero, bajo mi humilde opinión, con este tipo de narrador se pierden muchísimo matices.

Bien sabes, si has leído la entrada sobre los diferentes narradores, que siempre apuesto por el equisciente o el de primera persona porque considero que ayuda a crear buenos personajes, pues te obliga a pensar cómo ellos. Pero no es más que una opinión personal y, como siempre digo, opiniones hay muchas y ninguna es mejor que otra.

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Y eso es todo por hoy. Espero que os haya servido de ayuda esta entrada. He tenido que reducirla un poco, lamento a los que escribáis con narrador omnisciente pero, al no usarlo yo misma en mis narraciones, tampoco tengo demasiados consejos que daros. Recuerda, eso sí, ser fiel siempre a tus personajes y aprender a entenderlo.

Cuéntame, ¿cómo describes tú a tus personajes?

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2 comentarios en “Cómo describir físicamente a tus personajes manteniendo la coherencia de tu narrador”

  1. Buenas noches

    Como suelo usar el narrador equisciente, lo que tiendo a usar es descripciones como las del punto dos de tu artículo. Además, procuro que la descripción sirva para caracterizar a quien describe.

    Como ejemplo, Loztu describe a una govriana y se fija en que: le parece muy atractiva (esto es importante: Loztu tenía el prejuicio racista de que las govrianas son horribles), más alta que otras, de piel muy blanca, cabello rubio y ojos azules (los hakol no suelen tener esos rasgos), un vestido con escote (las mujeres de su pueblo solo muestran del cuello para arriba y visten ropas que disimulan el pecho y las caderas) y dice que es esbelta, pero que no aparenta pasar hambre (esto es solo por contraste: ha hablado hace poco con una muchacha famélica). Como bien dices, Loztu describe lo que le llama la atención.

    Otro ejemplo es cuando Loztu se queda mirando la barba de un tipo. Los hakol son como los nativos americanos: no les crece barba. Aprovecho que se encuentra con un barbudo para explicarlo 🙂

    Otra cosa que utilizo son los diálogos, cuando las escenas están bajo el punto de vista del personaje. Sirven como descripción indirecta. Se nota que tengo Velas en la distancia en la cabeza :D, otro ejemplo sobre Loztu. Sin "spoilers"… A Loztu le tienen que quitar el jubón. Y le dicen: "Estás muy fuerte. No parecías tan musculoso".

    Un saludo.

    P.S. ¿Shasha es una ladrona?

  2. Lo bueno de Loztu es que, como está en una tierra que le es tan extraña, al describir a la gente con la que se encuentra, también está describiendo a su pueblo. Es algo parecido a lo que le pasa a Shasha también.

    Y bueno… Shasha es muchas cosas pero ella a sí misma no se llamaría ladrona. Dentro de su lógica, acaba de perdonar la vida a ese hombre a cambio de unas cuantas cosas que necesita su shieb. En realidad, le está haciendo un favor. (La forma de pensar de Shasha me encanta xD)

    ¡Gracias por comentar!

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