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Vamos a hacer un pequeño ejercicio. Di tres cosas que asocies directamente a la fantasía. Sí, sí, en voz alta. Vamos, tres elementos de la fantasía. Sé rápido y no lo pienses demasiado.
¿Ya está? Dime, ¿cuántos de ellos remiten directamente al mundo medieval? Tal vez hayas dicho: “magia, héroe, dragón”. O “castillo, caballero, magia”. Quien sabe, pero siempre lo envolvemos todo en un ambiente medieval, ¿a qué sí?
Con la entrada de hoy pretendo hacer un pequeño llamamiento a la originalidad: crea una historia que se salga de los estándares y poder destacarse del resto. Un buen paso para empezar a ser original en tu obra sería escribir fantasía fuera del medievo.
Soy una gran amante del mundo medieval, tanto que especialicé mi carrera en este período cultural; pero es cierto que noto que la fantasía necesita de autores que apuesten por otro mundos, por otros universos. En definitiva, la fantasía necesita autores que se separen del medievo.
En la entrada de hoy, os voy a dar toda una serie de ejemplos de ambientaciones o épocas histórico-culturales en la que podéis centrar la historia. Son universos que a mi personalmente me resultan llamativos para tratar en una novela, pero seguro que de tu imaginación podrás sacar mil distintos.
1. Steampunk
Una sociedad victoriana –generalmente localizada en Inglaterra– en la que la tecnología a vapor sigue siendo la predominante. Un mundo que muestra tecnologías anacrónicas o invenciones futurísticas imaginadas por los visionarios de la época. La perspectiva del arte, la moda y la arquitectura será siempre victoriana.
Esta corriente –considerada un subgénero de la fantasía o ciencia-ficción– últimamente ha tenido una gran acogida tanto por parte del público lector como de los propios artistas. Remarcar que no sólo se trata de un fenómeno literario, sino que es algo que se extiende al resto de artes.
Como ejemplo de literatura fantástica ambientada en un universo steampunk tenemos la saga de La materia oscura, escrita por Philip Pullman y llevada al cine bajo el título de La brújula dorada.
2. Futurístico o post-apocalíptico
Siempre he creído que una ambientación futurística no siempre tiene porque desarrollar una novela de ciencia-ficción. ¿Por qué 
Un buen ejemplo que utiliza un escenario post-apocalíptico sería Steelheart, y los libros que continúan la saga, escrita por Brandon Sanderson: un mundo que ha sido destruido por culpa de un cometa, que ha dotado de personas al azar de grandes poderes pero que, inevitablemente, les vuelve malvados.
3. Viejo oeste
El viejo oeste ha dado pie a la creación de cientos de novelas y muchas más películas, pero pocas se han creado dentro de la fantasía. Me parece una época histórica demasiado interesante como para desperdiciarla: el choque de dos culturas tan distintas, la lucha de supervivencia de los indios, la lucha por la dominación de los invasores. Sin dejar nunca de lado la cultura india, la magia ancestral que podemos inventarnos para ellos. Me parece, sinceramente, que se trata de un ambientación que podría dar mucho juego para la literatura fantástica y, no sé por qué, no he encontrado apenas obras fantásticas ambientadas en éste.
Lo que sí he encontrado ha sido un comic: Kingsway West que “promete haber grandes dosis de magia, fantasía, armas de fuego y un cruce de géneros en un ambiente propio de la época del Lejano Oeste donde no echaremos de menos la suciedad, la brutalidad y el racismo” 1
4. Cultura céltica
Los celtas y su mitología es algo que se ha perdido a lo largo del paso de los años, pero podemos hacernos una idea muy aproximada de sus creencias al leer autores medievales que tomaron varios temas literarios de su cultura. El mundo féerico, Avalón, Merlín y Arturo, las hadas y las hechiceras. Se trata de u
Me han recomendado mucho Las nieblas de Avalon de Marion Zimmer Bradley. Una llamativa novela que, desde el punto de vista de Morgana, hechicera que se ha demonizado desde la cristiandad, narra las aventuras de los héroes celtas. En cambio, otra historia con una gran influencia de la mitología y cultura celtas es la trilogía de Sieteaguas de Juliet Marillier, donde la autora hace retelling de una leyenda irlandesa de origen celta.
5. Egipto
Egipto. Una gran civilización que dominó un territorio extensísimo. Una cultura llena de matices y que, por suerte, conservamos muy bien su memoria. Una tierra en la que los dioses se mezclan con los mortales y gobiernan. Una cultura en la que es muy sencillo introducir una aventura fantástica cargada de magia e, incluso, de semi-dioses.
Egipto es un terreno que está más explotado que las anteriores, pero creo que aún se le puede dar mucho juego. Como dos buenos ejemplos tenemos Soldado de Sión de Gene Wolfe –se trata de la tercera entrega de una saga– y Las puertas de Anubis de Tim Powers.
6. Antiguas Grecia y Roma
La cultura grecorromana, la madre de nuestra cultura. Parte incluso de nuestro imaginario: quien más y quien menos conoce a los dioses principales e incluso será capaz de citar algunos mitos importantes. Es la cultura que nos ha amamantado durante siglos y, digo yo, ¿por qué no usarla para crear fantasía? Los dioses están en constante intervención con el mundo terrenal, existen una gran variedad de semi-dioses y héroes. Me parece un mundo al que resulta sencillísimo adaptar a la fantasía.
Como ejemplo famosísimo a la hora de introducir este mundo a una novela de fantasía tenemos toda la saga de Percy Jackson de Rick Riordan.
7. Fantasía urbana
No podía hacer una entrada sobre mundos en los que introducir una aventura fantástica sin dejarme la fantasía urbana. Sí, todos esas civilizaciones antiguas tie
La fantasía urbana introduce la magia a nuestro alrededor y ha dado un gran número de obras: Harry Potter de J. K. Rowling y Cazadores de Sombras de Cassandra Clare son sólo dos de las sagas más famosos. Sin embargo, creo que sigue teniendo muchísimo potencial y es algo que deberíamos seguir utilizando.
1 Fragmento extraído de la página web La Espada en la tinta, click aquí para leer el artículo completo.
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Estos han sido siete de los muchos escenarios que puedes emplear para crear fantasía, pero no te quedes ahí: hay mil universos más por descubrir en tu imaginación. ¿Por qué no crear una academia de magos en Marte? ¿Y si inventamos una cultura subterránea de lagartos hechiceros?
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Me parece muy acertada y necesitada esta entrada. Te aseguro que si no la hubieras escrito tarde que temprano yo lo hubiera hecho 🙂 No podemos negar la sobreexplotación que hemos hecho del medioevo en la literatura y la falta de ideas nuevas ha terminado en que ya no se sorprenda al lector. Enhorabuena y sigue así
Para fantasía en el oeste, Sthephen King y su 'Torre Oscura'. Si lo lees que sea bajo tu propia responsabilidad, porque es una saga con unos altibajos DEMASIADO brutales. He leído de todas estas fantasías y alguna más. La imaginación da para muchísimo, ¿verdad?
Muy interesantes tus ideas. Sobre los posibles mundos/épocas que nombras, dentro de las fantasías futuristas podemos encontrar el mundo de Shannara, y en las del lejano oeste, lo más cercano que he leído son las aventuras de Wax y Wayne, segunda parte de la saga mistborn, de Sanderson.
Saludos!
No conozco Shannara pero sí he leído la segunda trilogía de mistborn.
Me gusta mucho como Sanderson convierte una ambientación del lejano oeste con toques de novela negra en la continuación de una de sus grandes sagas de fantasía. Es un maravilloso ejemplo de como las cosas, los géneros y las ambientaciones pueden mezclarse para formar cosas nuevas muy interesantes ^^
Muy buena entrada, sobre todo ahora que estoy experimentando la fantasía en otros ámbitos. Tomo nota de todo XD
Jajajajaja, ¡y hay un montón que ni metí en la entrada! Puedes crear fantasía en cualquier época que se te ocurra, ¡incluso en el futuro!
Yo he estado planeando algo para mi mundo:
Pienso en combinar la época medieval con la del virreinato de la nueva España en mexico.
(mezclando culturas)
¡Puede ser una combinación muy llamativa!