Muchas veces olvidamos algo muy importante. Algo que nos lleva a imaginar un mundo concreto, algo que nos acerca más a creer que la historia es real. Sí, estoy hablando de ropa. En la primera entrada de esta sección, hablamos de la importancia y el valor simbólico de los colores, los tejidos y los conjuntos, pues diferenciaban no sólo clases sociales, sino incluso también oficios.
Hoy ligaremos esta entrada con la publicada del martes. En ella, entre otras cosas, hablamos sobre la necesidad de toda sociedad de protegerse, tanto del clima, los otros depredadores y, como no, de otros seres racionales. Así, hoy trataremos sobre la vestimenta para la guerra.
No vengo aquí a hacer un monográfico sobre qué tipos y subtipos de armaduras llevaban los soldados medievales, ni a hablar sobre la historia de las armaduras en occidente. Hoy vengo a ofreceros una lista de los tipos más habituales para que los tengais como ejemplo para vuestra novela. No tenéis porque tomar las mismas referencias pero sí que creo que es importante entender ciertas mecánicas de combate para entender porque las armaduras evolucionaron como lo hicieron. Así, además de la descripción física, también os propongo una serie de ventajas y desventajas de cada una. Pues venga, empecemos:
Armaduras ligeras
Camisolas y sayos de cuero
Tanto las camisolas como los sayos de cuero son piezas de vestir a partir de cuero endurecido que sirve para proteger, principalmente, la zona del pecho. Sin embargo, suele reforzarse con piezas adicionales como antebrazos o cinturones. Sin olvidar, claro está, de proteger la cabeza con algún yelmo de un metal poco pesado o de cuero.
Se trata de armaduras que permiten una gran movilidad al guerrero puesto que son poco pesadas. Sin embargo, no son aptas para proteger de la lucha cuerpo a cuerpo. El cuero endurecido puede evitar heridas de flechas, pero una espada bien afilada lo desgarraría. Al tratarse de armaduras baratas y fáciles de confeccionar, era habitual encontrarlas en guerreros no-profesionales, como labriegos o bandidos. En cuanto a los guerreros profesionales, eran los arqueros quienes solían optar por este tipo de armadura ligera puesto que les otorgaba la elasticidad necesaria para su oficio.
Coraza de discos
Se trata de una armadura muy primitiva de metal, propia del pueblo íbero. Se trata de una coraza de forma triangulada compuesta por tres discos que protegen, esencialmente, ambos pechos, el estómago y la espalda. Queda ajustada al cuerpo del soldado a partir de cuatro tiras metálicas que une la parte delantera con la trasera.
Este tipo de armaduras se trata, pues, de la más rudimentaria protección para los guerreros de cuerpo a cuerpo. Simplemente protege de las partes más vulnerables del cuerpo humano, pero deja al descubierto muchas heridas que podrían ser mortales: cuello, piernas, brazos, axilas, etc.
Lorica segmentata
Armadura de herencia romana. Se trataban de una serie de bandas de hierro o acero atadas a tiras de cuero internas, colocadas en forma horizontal al torso del soldado, sobreponiéndose unas a otras en sentido descendente. Rodeaban el cuerpo del soldado en dos mitades que quedaban atadas en la parta frontal y trasera. Se protegían, adicionalmente, la parte superior del cuerpo y los hombros por otras tiras añadidas.
Se trata de una armadura poco pesada y que permite mayor movilidad y flexibilidad al guerrero; sin embargo, aunque es una versión mejorada de la anterior armadura, sigue teniendo grandes puntos flacos: las axilas, brazos y piernas quedan al descubierto. Además, un arma pequeña podría herir con facilidad al guerrero introduciéndose entre los pliegues de la armadura.
Loriga o brunia
Se trata de la evolución del sayo, surgida a partir del s. XIII. Se trata de una armadura confeccionada a partir de escamas metálicas unidas entre sí a partir de anillos, mallas o gruesos clavos. Con respecto a su tamaño, éste varía teniendo, así, distintos tipos de lorigas: desde las que cubren solo el torso hasta las que cubren también los brazos y las piernas.
Generalmente, bajo la loriga se vestía un jubón acolchado que se trataba de una camisa ceñida que cubría desde los hombros hasta la cintura y servía para evitar rozaduras con la armadura.
Esta armadura se trata, pues, de una de las mejores opciones para luchar cuerpo a cuerpo entre las armaduras ligeras. Es más pesada que las anteriores, pero sigue permitiendo gran movilidad puesto que no cubre el cuerpo por entero. Sin embargo, es una armadura con un gran punto flaco: las axilas quedan al descubierto y, en la mayoría de los casos, también las piernas. El guerrero tendrá que emplear un escudo para protegerse de los ataques que vayan dirigidos a sus puntos flacos.
Armaduras pesadas
Jacerina o cota de malla
Visto el punto flaco de la loriga, se creó la cota de malla para otorgar una mayor y más completa protección al soldado. Está formada por anillos de hierro o acero de diámetro pequeño que van entrelazados entre sí. Se realizaba con una base de cuero reforzado con discos metálicos. Se trataba de un producto caro y de difícil alcance y, además, pesaban alrededor de los 11 kilos.
Existen tres tipos de cota de malla. La cota de malla básica que se trata de un camisón que cubría únicamente la parte del torso y podía encontrarse de dos tipos: la de infante (sin mangas o manga corta) y la de caballero (manga larga con mitones). Con motivo de proteger mejor a los soldados, se crearon el almófar, una capucha que cubría cabeza, cuello y hombros, y las brafoneras, que cubrían las pierna se incluso los pies y podía encontrarse de dos tipos: las cerradas que cubrían por entero la pierna pero reducían la movilidad y las ajustables que se ajustaban a la pierna por medio de unas correas, otorgándole más movilidad al guerrero.
Sin lugar a dudas, se trata de una de las mejores opciones para proteger a un guerrero: cubre el cuerpo por entero y es una armadura difícil de penetrar. Sin embargo, es algo pesado y, más importante, de larga elaboración, lo que la hace cara y de difícil acceso.
Armaduras de placas
Llegaron a nuestro mundo cuando descubrimos el acero templado. También se conoce como armadura completa, arnés o armadura blanca. Se trata de varias piezas de acero o hierro ligadas con correas y remaches que pretende proteger al caballero por completo, tanto de proyectiles como de la lucha cuerpo a cuerpo. Generalmente, se combinaba llevando debajo una cota de mallas.
Esta armadura contaba con una gran cantidad de piezas que pretendían cubrir por entero el cuerpo del caballero. Lo único que quedaba sin protección era la zona interna de las piernas y las nalgas, que se veían cubiertas por el propio caballo.
Las principales ventajas es que creaban a un guerrero prácticamente invulnerable sin apenas zonas vulnerables a las que poder atacar para herir con facilidad. Sin embargo, las desventajas son enormes. La armadura, por si sola, pesaba unos cuarenta kilos, lo que provocaba muchas muertes por agotamiento. Además, debido al peso, el caballero apenas contaba con gran movilidad: necesitaba ayuda tanto para subirse al caballo, como para quitarse la armadura. Generalmente, si derribabas al caballo, el caballero caía al suelo y podías matarlo con facilidad puesto que le resultaba prácticamente imposible levantar tanto peso. Además, pues supuesto, estas armaduras solo estaban al alcance de nobles puesto que eran extremadamente caras.
Armadura para los caballos
Puesto que la principal vulnerabilidad del caballero era su caballo, se adaptó la armadura de placas para usarla en las monturas. Primero se empezó a usar cuero, pero pronto se pasó a la malla y los metales para protegerlos.
Mantenimiento de las armaduras
Una armadura debe cuidarse tanto (o más) como un guerrero cuidaría sus armas, resulta poco verosímil que, sin ningún tipo de cuidado, las armaduras siempre estén impolutas y sin oxidar. Si añadimos la típica escena en la que un guerrero pule sus armas, sería interesante, también, añadir otra en la que limpia y pule sus armaduras.
Armaduras de cuero
El cuero debe hidratarse puesto que si se seca termina quebrándose y partiéndose. Lo habitual era untarle grasa animal, dejarlo actuar durante un par de horas y, pasado ese tiempo, retirar lo sobrante con un paño seco.
Las correas y tiras de cuero que mantienen las armaduras unidas también debían hidratarse para evitar su rotura y, de esa forma, quedar expuestos.
Armaduras de metales
Requería un mantenimiento más concienzudo. El principal problema que tenían las armaduras de metal era que podían oxidarse. Por ello, se debían de tomar toda una serie de prevenciones.
Lo principal era evitar el contacto con agua u otros líquidos. Para limpiar la armadura de manchas de sangre u otros desechos, se solía frotar con arena. Nunca con agua.
Además, después de usarla, se debía limpiar minuciosamente todas las piezas de la armadura con un trapo limpio y seco para eliminar cualquier rastro de humedad o suciedad. Tras esto, y como medida extra, se le pasaba una capa de aceite a todas las partes para prevenir la aparición de óxido.
Todo esto se hacía con cada parte de la armadura, así como la cota de mallas y, también, la armadura de la montura. Era vital, para el caballero, tener una armadura en buenas condiciones puesto que ésta protegía su vida y un mal mantenimiento podría causarle la muerte.
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Y eso es todo por hoy, espero que esta entrada te resulte, cuanto menos, interesante. Seré feliz si te he resultado útil. Si vas a incluir algun guerrero en tu novela, necesitas saber no sólo con qué se protege, sino por qué lo hace.
Cuéntame, ¿cómo van protegidos tus guerreros?
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¡Y sigue escribiendo!
Te dejo este artículo de Gamasutra que también aborda este tema, y me mola bastante
http://www.gamasutra.com/blogs/AnnaJenelius/20150520/243514/Armor_for_Dummies_andor_Game_Developers.php
Muy, muy, muy bien. Anotado el artículo de cara al futuro. ¡Sigue así!
Muy buen artículo, aunque con un detalle a corregir: las armaduras completas, pese a poder alcanzar un peso de 25 a 30 kg, no dificultaban el movimiento de sus portadores tanto como pudiera parecer. Me explico: pese a su considerable peso, este quedaba distribuido por todo el cuerpo del caballero, dándole bastante movilidad a la par que la enorme protección que ya comentas.
Has hecho una entrada muy interesante y completa, enhorabuena.
Una entrada completísima, estos detalles son importantes, porque aunque en tu libro no describas todos los detalles de la armadura, es importante conocerla a la hora de mostrar cómo se mueve el personaje que la lleva puesta.