Una cosa que me horriza leer en una novela fantástica ambientada en nuestra época medieval es que los personajes lleven pantalones y camisas. Un poco más y le ponen cremallera, bolsillos y un sombrero de cowboy en la cabeza. Siempre digo que en un mundo de fantasía puedes hacer lo que quieras, pero recordad que siempre debe darse dentro de los límites de la coherencia.
Si deseas ambientarlo en una época en concreto deberás documentarte sobre un montón de aspectos. Uno de ellos será, obligatoriamente, la vestimenta. Todos tus personajes -o la mayoría, normalmente- van a ir vestidos. Si deseas ser fiel a la época en la que te ambientas, tienes que tener muy en cuenta como vestían y porque lo hacían así.
Antes de empezar, debo aclarar algo fundamental para entender cómo se vestían y porque lo hacían así. A diferencia de actualmente, en la época media la vestimenta servía para distinguir estatus social y, en muchas ocasiones, oficios concretos. Aunque es evidente que un rey no viste igual que un mendigo; es especialmente interesante tener en cuenta que a personajes como juglares, prostitutas o comerciantes se les distinguía a primera vista por su vestimenta. De esta manera, es importante para nuestra novela entender que la vestimenta tiene una clara función social dentro de una estructura estamental.
¡Soltado el rollo, vayamos al grano!
Colores
He leído como los colores de la vestimenta, en muchas novelas, se usa al tuntún o para terminar de definir a los personajes; pero se tiene poco en cuenta que la pigmentación era de difícil acceso, lo que hacía que sólo pudieran vestir con colores llamativos los más ricos.
Azul, verde, rojo, dorado, morado o rosado.
Los tonos para las clases más altas siempre son más brillantes, lo que indica que se ha usado un mayor cantidad de pigmentación y denota un mayor poder adquisitivo.
En la mayoría de casos, los colores se combinan entre sí; ya sea a través de las diferentes prendas de los conjuntos, como veremos más abajo, como añadiendo delicados bordados de hilo de oro a las prendas exteriores.
Clases aristócratas y eclesíasticas medias y grandes comerciantes
Rojo y verde.
Se trata del punto intermedio entre ambos grupos: aristócratas caídos en pobreza o grandes comerciantes que intentan distinguirse del vulgo. Tienen acceso a la pigmentación más barata: tanto el rojo como el verde se obtienen a partir de pigmentos vegetales.
Clases humildes
Marrón, pardo, gris o blanco.
No empleaban pigmentación alguna, por lo que usaban el tejido en su color natural.
Tejidos
Clases acomodadas
Seda, cuero -las más populares: lobo, zorro u oso- y pieles exóticas.
Cuanto mayor status y poder adquisitivo, el noble adinerado optaba antes por inventir en tejidos y pieles extranjeras que en las más habituales. Siempre en ese intento de distinguirse y superar a sus coetáneos.
Clases humildes
Lana, cuero barato -conejo o oveja- y lino.
El lino se empleaba para la ropa de verano, mientras que la lana y el cuero barato servían para abrigrarse en invierno.
Conjuntos
Una vez definidos los colores y tejidos prototípicos, sólo nos queda aclarar que tipos de prendas combinaban a la hora de vestirse. En general, podemos distinguir cinco tipos de prendas distintas:
- Ropa interior: calzas, calzones y camisas.
- Vestido de debajo: sayas y briales
- Vestido de encima (opcional): pellote
- Vestido de sobretodo (opcional): garnacha, tabardo o balandre
- Capas y mantos
Aunque hay diferencias sutiles entre la vestimenta de hombres y mujeres, para ambos sexos se sigue el mismo patrón. Únicamente varia el largo y los complementos añadidos -como los tocados o velos para las mujeres-. Recordemos que la vestimenta sirve para diferenciar estatus social, no sexo.
Clases humildes
Lo habitual era combinar la ropa interior (una camisa y unas calzas) con una saya. En invierno se abrigaban con un balandre.
Clases acomodadas
Las clases acomodadas añadían al conjunto anterior el pellote y, en inverno, se abrigaban con una garnacha o tabardo que era de mayor calidad.
¡Y eso es todo por hoy!
Dime, ¿tu novela se ambienta en el medievo?
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¡Y seguid escribiendo!
Los colores son una cosa fundamental e importante, ¿sabes que el rojo es el de la aristocracia porque los pigmentos eran los más caros y difíciles de lograr? Por eso cuando ves cosas como velas de barco rojas en la tele suele ser una locura en lo que a rigor se refiere 🙂
¿Y qué pasa con el octarino? El pigmento de la imaginación, el color de la magia… 🙂 Espero que lo lleves bien con tu novela. Un beso!
Hola! Muchas gracias por la información, me va a servir mucho para cuando me ponga a escribir 🙂
Las vestimentas medievales siempre me llamaron muchísimo la atención, tanto por la estética como su significado en las clases sociales y en la historia
Besos, nos leemos :3
Interesantísima entrada, como amante del romance histórico siempre me parece interesante descubrir un poco más de otras épocas.
Besos =)
Me he fijado que en Juego de Tronos muchas veces no llevan la por debajo de los vestidos, o que por ejemplo los Stark, a pesar de ser una casa fuerte y poderosa, visten de negro, marron, gris etc No sé, pero parece que a pesar de parecer vestimenta medieval, tuviese criterios muy diferentes
También habría que pensar que es un mundo de fantasía y no una novela histórica. De todas formas, en la serie, la ropa es una forma más de caracterizar al personaje. Así, es normal que los Stark vistan tonos lúgubres mientras que el personaje de Cersei se sienta más cómoda con el rojo típico de la realeza. En realidad, no deja de ser un recurso más para caracterizar a los personajes.
Un abrazo ^^