Quieres convertirte en escritor. Conseguir publicar tu obra y tener un público que te lea. Y, ya que estamos, poder vivir de ello. Ese es tu objetivo, marcado en rojo vivo. Sin embargo, te encontrarás mil obstáculos. Muchos procedentes de otras personas, pero muchos, demasiados, procedentes de ti mismo. Sí, porque todos ponemos impedimentos a nuestros propios sueños. Hoy, te traigo los 8 vicios más típicos de todo escritor que ralentizan nuestro proceso creativo y algunos consejos para intentar superarlos.
1. Procrastinación
Te pones delante de la pantalla del ordenador, con una tacita de té la lado preparada y dispuesto a escribir pero… ay, voy a mirar si tengo correo electrónico o si alguien me ha dicho algo por mis redes o, espera, vamos a abrir youtube. Detienes tu momento productivo para ¿qué? Perder el tiempo, sin más. Es el gran mal de todo escritor y, no lo niegues, todos lo cometemos tarde o temprano. La temida procrastinación es uno de los vicios que, me atrevería a afirmar, padecemos todos los escritores. En cierto modo, es inevitable, puesto que al ser tu propio jefe te concedes más descansos de los que deberías.
Solucionarlo puede resultar fácil de explicar pero es extremadamente difícil de aplicar. Tienes que concebir el proceso de escritura –incluyendo en ella corrección, creación de personajes y worlbuilding– como si se tratara de un empleo. Es importantísimo que consigas mantener una rutina de trabajo y que te marques unos objetivos asequibles para motivarte a continuar.
Para evitar procrastinar, es interesante emplear técnicas de producción como, por ejemplo, la técnica pomodoro que consiste en realizar una tarea en períodos de 25 minutos, dejando entre ellas unos tres o cuatro minutos de descanso. Así, darás un pequeño descanso a tu mente y no te sentirás tan agobiado.
2. No terminar nunca de crear el worldbuilding
Vale, igual esto solo me pasa a mí porque soy así. Ya me conoces: me encanta construir los mundos. Pero llega un momento en el que me pregunto: ¿hasta dónde tengo que crear? ¿Es necesario seguir hablando de religión de esta sociedad que apenas aparece? ¿Es necesario crear un idioma para las distintas razas o ponerle nombre a los dialectos? Me termino perdiendo en un mar de datos que crear y que hilvanar. Es algo que me encanta y, justamente por eso, me detengo más tiempo en ello.
Creo que es muy importante saber decir basta. No tienes que tener todo el worlbuilding creado para poder seguir con las siguientes fases, puedes ir creando los personajes, la escaleta e, incluso, empezar a escribir aun teniendo detalles sin definir de tu worldbuilding. Es importante no estancarse y contemplar el proceso de creación de una novela como algo fluido. De todos modos, una vez escrita la novela, vas a tener que volver a ella para revisarla, no es realmente necesario que todos los detalles estén pensados antes de empezar a escribirla. No te agobies por eso.
3. Explicar demasiado worldbuilding
En algunas novelas parece que en lugar de leer un libro de fantasía te estés leyendo una enciclopedia de un mundo imaginario. Es normal, especialmente en noveles, que después de dedicar tantas horas a la creación de todo un universo se intente incluir, casi con calzador, toda la información posible sobre ABSOLUTAMENTE TODO. Así solo consigues aburrir al lector. Escondes la trama y a los personajes detrás de una espesa capa de explicación sobre algo que, realmente, no resulta interesante.
Hay que tener siempre en mente que todo lo que inventas, todo lo que creas, no es algo que tienes que explicar. Jamás se explica el worlbuilding. Como mejor puedes incluir a tu lector en tu mundo imaginario es mostrándoselo. Te dejo aquí un artículo de Alister Mairon sobre este tema que lo explica de maravilla y que, estoy segura, te servirá de ayuda.
4. Ir de historia en historia
En esto he pecado durante años. Tienes una brillante idea. Te dedicas tu tiempo libre a pensar en ella, en escribir ideas sueltas que se te van ocurriendo, ¡ay qué giro dramático se me ha ocurrido! ¡ay que maravilloso personaje podría incluir por acá! ¡ay la religión que guay va a ser! Y todo hasta que, de repente, se te revela otra gran idea. Dejas la primera en un cajón, olvidada, para repetir el mismo proceso con la segunda.
Es normal. El chispazo de una primera idea resulta irresistible. Tenemos que indagar en la idea, sacar el máximo partido. Es fácil, es algo que se te ocurre de solo pensarlo, son ideas sueltas por aquí y por allá. Pero cuando toca ponerse a trabajar en serio es cuando desistes y optas por abandonarla y rendirte a los pies de otra pequeña y breve inspiración.
Tienes que fijarte objetivos. Como mejor se trabaja es con un objetivo a cumplir. No trabajar en otra historia hasta no terminar tu novela, es un requisito básico para conseguir terminar de escribir cualquier cosa. No puedes concentrarte igual si tienes dos historias en mente ni serás igual de productivo. En mi caso en particular, para que las nuevas ideas no me distraigan, las apunto todas en mi libreta roja: un montón de hojas con ideas varias, desde ideas para worlbuildings futuros, como ideas de diálogos o personajes interesantes. Lo apunto, lo dejo para ocasiones futuras y sigo pensando en mi novela actual. Es importante no bifurcarse porque, si lo haces, muy difícilmente terminaras de escribir ninguna.
5. Encerrarse en uno mismo
Me he encontrado con muchos escritores que tienen miedo que otros lean su novela. A veces se trata de miedo al plagio, pero la mayoría son miedo al rechazo, miedo a que no guste. En definitiva, miedo a las críticas.
Lo primero que tienes que decidir al empezar a escribir una novela es el público al que va dirigido. Generalmente, toda novela se escribe para ser leída, pero también es cierto que hay gente que solo escribe por escribir, sin intención de llegar a nadie. Sin embargo, la mayoría escribimos para encontrar alguien que nos lea y, si hay suerte, que le guste lo que hacemos.
En el momento en el que decides esto, tienes que asumir una cosa básica: no vas a gustar a todo el mundo. Es más, no debes intentar gustar a todo el mundo. Toda novela, incluso escrita por autores aclamados por muchos, tiene detractores. El gusto es algo totalmente subjetivo así que asume que recibirás críticas negativas. No tienes ni que enfadarte ni deprimirte al leerlas, es algo que pasará tarde o temprano y tienes que aprovecharlas para mejorar en tu escritura y escoger mejor tu público objetivo. En muchas ocasiones, estas críticas se reciben porque han ido dirigidas a un público equivocado. Tienes que tener muy presente quién es tu público ideal y aprender a dirigir tu obra a ellos. Junto a ellos y junto a sus críticas tienes que aprender a mejorar y a ofrecer, paso a paso, un material más llamativo y de mejor calidad.
Una forma de allanar un poco el camino al gran público y que creo que es obligado para cualquier escritor que quiera comercializar tu obra, es contar con un grupo de lectores cero: personas que leen tu obra anticipadamente para hacerte resaltar los errores que ellos encuentren. También sirve para saber si causa la impresión deseada o no. No tengas miedo a que te critiquen, sólo así conseguirás mejorar.
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Y eso es todo por hoy.
Cuéntame, ¿tienes alguno de estos vicios?
¿Qué haces para remediarlo?
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¡Y sigue escribiendo!
Mi mayor error: La procrastinación, me despisto absolutamente con todo mientras escribo. En cuanto a darla a leer… Cuesta, nunca sabes si ya está lista o deberías darle un repaso más. También siento un poco de pudor (Por llamarlo de alguna manera) cuando alguien lee lo que has escrito… En cierta manera es una parte de ti de sacas al exterior.
Las criticas negativas duelen pero sí, es evidente que no e puede gustar a todo el mundo lo que escrbes
Yo lo de procrastrinar y lo de dejarme historias a medias y comenzar otras, lo llevo al día XD Y sí, son vicios que se cogen y son muy difíciles de quitar… Tendré en cuenta algún consejito tuyo 🙂
¡Un saludín!
Ay, Taty, peco tantísimo de procrastinación… Que me cojan confesada los dioses de mis libros a los que no puedo dejar de crearles mitología.
Bromas a parte, durante un NaNoWriMo descubrí que lo que mejor me funciona para evitar la procrastinación es escribir con pomodoros (25 de escritura, 5 descanso, 25 escritura, 5 descanso) o, si tengo algo extremamente claro, escribir con sprints (darme 20 minutos para escribir a tope, tener unos minutos paraprocrastinar a tope, y sprint otra vez).
En cuanto a worldbuilding, yo senté unas bases fundamentales en mi cabeza y el resto lo voy improvisando conforme la marcha si es necesario. Porque sí, la gente que amamos el worldbuilding tendemos a saturar al lector con información maravillosa que nos hemos currado pero que luego… pues no es que afecte ni mucho ni poco.
Y lo del miedo al rechazo, voy superándolo (creo). He dejado leer borradores de mi libro a amigos lectores en los que tenía años de confianza y ahora me estoy abriendo a gente más… desconocida. Poco a poco.
Un beso!
Yo también soy una procrastinadora nata xD Ahora estoy empezando con la técnica del pomodoro a ver qué tal me va!
El miedo a la crítica es algo totalmente natural, hay que aprender a darle libertad a nuestras creaciones y aprender de las críticas 😉
Un beso!
Taty, quería que supieses que has perdido una oportunidad maravillosa de que llamases a este artículo:
¡ESTA ESCRITORA HA DESCUBIERTA CINCO VICIOS EN EL PROCESO CREATIVO! ¡LOS DEMÁS ESCRITORES LA ODIAN DESCUBRE CÓMO!
Y gracias, la procastinación corre por mis venas
Confieso pecar del primer mandamiento, la procrastinación, muy del palo de Uf, tendré que buscar información acerca de esto… y encontrarme buscando técnicas escultóricas del renacimiento medio ni yo mismo se muy bien por qué motivo.
Peco de nunca acabar worldbuilding, pero siempre hay algún detalle para el que necesito una historia detrás, aunque solo sea esbozada.
Intento no pecar de explicar worldbuilding, pero si algún personaje (que no yo) no deja de explicar como funciona algo, los demás personajes le acaban por increpar, le dicen que se de prisa o le mandan callar.
Peco de ir de historia en historia, pero a cambio me vale para ir alternando entre proyectos cuando me quedo atascado en uno.
Y por último peco quizá de modestia por sentirme mal y un poco pesado cada vez que hablo de que tengo un libro ya terminado y a la venta en Amazon (La vara de serbal, que está muy bien y aunque no es perfecto trata de alejarse de los tópicos y además es autoconclusivo y no hace falta esperar a que saque el segundo y el tercero para que la historia acabe así que compradlo)
jijiji
Uf, soy un vicioso de tomo y lomo