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Cleómenes III y Agiatis son los reyes que gobiernan Esparta durante gran parte de la mi novela «La ciudad sin murallas». En el capítulo anterior, te estuve hablando sobre cómo eran las mujeres espartanas. En este capítulo, quiero centrarme en explicarte el contexto histórico en el que se desarrolla la historia de mis tres protagonistas: Orianna, Egan y Nella. Tranquila, está todo libre de spoilers. Si bien la historia se desarrolla en un contexto histórico muy concreto, la novela gira entorno a las vivencias de los protagonistas y no tanto de las personalidades de las que te voy a hablar hoy.
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1. Agis IV, primer esposo de Agiatis
Para empezar, debes saber que Esparta se organiza en una diarquía. Es decir, tienen dos reyes cada uno con su reina. Además, anualmente se escogen a los éforos que forman el eforado, el gobierno de Esparta. Con el paso del tiempo, estos toman cada vez más y más poder, pasando en ocasiones, por encima de los propios reyes.
Pero vayamos al meollo del asunto. Nada más empezar la novela, Egan nos apunta que ha sido ejecutado el rey Agis IV. Si bien este personaje no hace acto de presencia en toda la novela, debo introducírtelo para que entiendas mejor todo el lio que armaron Cleómenes III y Agiatis.
1.1. Las reformas de Agis IV
Agis IV era un reformista. Veía los problemas que tenía Esparta y proponía soluciones que no gustaron a sus coetáneos. ¿Qué sucedía? Tenían dos grandes problemas. El primero era que se estaban quedando sin espartiatas, pues las continuas guerras y enfrentamientos habían rebajado en gran medida el tamaño de su ejército. Para ello, Agis proponía conceder la ciudadanía a algunos periecos. Como te puedes imaginar, Esparta no reaccionó bien a las propuestas de uno de sus reyes.

El segundo era algo más complejo. El sistema económico espartano era muy particular. Los espartiatas se centraban por entero en el ejercicio militar y, por lo tanto, recibían en recompensa tierras y esclavos con la que mantener a la familia. Es decir, los espartiatas no necesitaban dinero porque no tenían que comprar nada. Esto, además, los hacía iguales entre todos, pues no existía más distinción que la de los propios logos. Sin embargo, en la época de Agis Esparta se había hecho con el dinero de los persas y el botín fue repartido entre los espartiatas.
Esto había causado que la sociedad cambiara radicalmente y existieran grandes diferencias entre familias; pues unas aprovechaban sus influencias y dinero para crear deudas en otras familias. Así, llegamos a la época de Agis, donde la mayoría de familias malvivían porque habían malvendido sus propiedades; mientras que una pequeña minoría almacenaba todo el dinero y riqueza. De hecho, las personas más ricas de aquel entonces eran la madre y la abuela de Agis.
Este rey propuso perdonar todas las deudas y repartir de nuevo las riquezas entre todos. Y sirviendo de ejemplo, entregó las suyas y las de su familia.
1.2. Leónidas II enfrentado a Agis IV
Al otro rey, Leónidas II, no le gustó nada las reformas que pretendía instaurar el otro diarca, así que se inició toda una pelea a nivel político. La asamblea votó a favor de Leónidas por muy poca diferencia y, para evitar que Agis li diera más problemas, planeó su asesinato.
Tras varios intentos fallidos, acabó sobornando a uno de los amigos de confianza de Agis, que tenía grandes deudas. Este llevó a Agis frente a sus asesinos que no solo le dieron muerte a él, sino también a su madre y a su abuela, pues se quedaron con toda la fortuna de la familia.
Quedaba solo un pequeño cabo suelto: Agiatis, la esposa de Agis. Leónidas, pues quería asegurar que su gran riqueza se quedara en su línea familiar, decidió casar a la viuda con su hijo, Cleómenes III, aunque el príncipe fuera demasiado joven como para tener esposa. Lo que no sabía Leónidas es que estaba metiendo un escorpión en el seno de su familia.
2. Cleómenes III y Agiatis, reyes de Esparta
Leónidas II reinó sin complicaciones, pues muerto el otro diarca podía manipular al adolescente que había ascendido al otro trono. Mientras tanto, su propio heredero crecía y enseguida congenió muy bien con su esposa, con quién conversaba de política.
2.1. La influencia de Agiatis en Cleómenes III
Cuando murió Leónidas II, su hijo Cleómenes III ascendió al trono y, junto a él, Agiatis. Al igual que su padre, manipulaba al otro diarca para tener él todo el poder de la realeza. Sin embargo, enseguida empezó a hacer ciertas afirmaciones en el ágora que asustaron a sus semejantes. Volvía a hablar sobre perdonar las deudas, repartir las riquezas, dar la ciudadanía a periecos…

Al igual que había hecho el contrincante de su padre, Cleómenes armó un gran revuelo social. Tanto que la sociedad volvió a dividirse: jóvenes reformistas cargados de deudas y no tan jóvenes conservadores que acumulaban una buen riqueza.
Aunque no se especifique en ninguna crónica, me parece más que evidente que estas ideas reformistas de Agis llegaron a Cleómenes a través de su esposa. De hecho, sí sabemos que tenían una relación muy estrecha y que Cleómenes la tenía en consideración a la hora de tomar decisiones.
Como afectó todo esto a la sociedad espartana te lo puedes imaginar, aunque voy a ser mala y te voy a invitar a descubrirlo a través de las páginas de «La ciudad sin murallas», donde no me centro específicamente en el contexto histórica, pero sí podrás ver todos estos momentos importantes en la trama y cómo los tres protagonistas reaccionan a ello.
2.2. La batalla de Selasia

Todo lo que te he contado hasta ahora se ve en la trama principal de la novela, la que nos narra la vida de los tres protagonistas desde que son unos niños hasta que llegan a la edad adulta. Sin embargo, estos capítulos se ven entrelazados con un día muy concreto: la madrugada y la mañana en la que sucedió la batalla de Selasia.
Cleómenes, en un intento de unir a todos los espartanos de nuevo, decide hacer algo muy «espartano»: irse a la guerra. De hecho, por aquel entonces Arato, estratego de la Liga Aquea, se propuso liberar al Peloponeso de lo que él consideraba la tiranía espartana. Así que le vino genial para intentar aunar a todo el pueblo espartiata contra un enemigo común.
No entraré en demasiado detalle, porque en realidad, en la novela aparece solo como marco general; pero los bandos empiezan a conseguir aliados. Esparta se alía con Egipto y vence a la Liga, tanto que destituyen a Arato. Este, sin embargo, acaba acudiendo a Macedonia para intentar someter a Esparta. De hecho, son los primeros que consiguen derrotarlos en territorio espartano. Esta es la conocida batalla de Selasia, lugar en el que se encuentran los protagonistas cuando empieza la novela.
Si quieres saber qué sucede con ellos, tendrás que hacerte con un ejemplar.
Y eso es todo por hoy. Espero que después de este capítulo, junto con el anterior hablando sobre las mujeres espartanas, hayas podido conocer mejor a Cleómenes III y Agiatis, los reyes que contextualizan mi novela.