Seguro que no es la primera vez que oyes hablar de Concepción Perea. Al menos en mi web, ya hemos visto como mezcla el género steampunk y la magia feérica y hemos tomado su protagonista, Nicasia, como ejemplo para crear un personaje redondo. Hoy vamos a hablar de como recrea la mitología para crear un worlbuilding dándole una segunda lectura a las criaturas que ya conocemos.
1. TierraLinde: retelling de nuestras mitologías
Concha nos presenta un mundo cargado de nuestra mitologías haciendo un retelling de ellas para juntarlas y remezclarlas en un mismo universo. De esta forma, en TierraLinde, encontraremos las razas típica del fantasía como los elfos, los trols o los goblins pero también veremos atisbos de hadas celtas o figuras propias de la mitología irlandesa.
Como lectores, nos sumergimos en un mundo cargado de fantasía y repleto de criaturas variopintas que nos transportarán a mil mitologías de nuestro propio universo. Pero es que, además, como escritores estaremos ojo avizor pues Concha nos ofrece una muy buena muestra de cómo hacer un retelling de figuras mitológicas al mismo tiempo que se innova con ellas en fantasía.
Hablar de todas ellas me resultaría prácticamente imposible, por lo que trataré las figuras que a mí personalmente me han llamado más la atención y que creo que pueden ayudarte para que veas las diferentes posibilidades que le puedes dar a un mismo personaje mitológico.
2. Phokas, duendes en la mitología irlandesa
Sinceramente, creía que se trataba de una criatura inventada por la autora pero Google me ha sacado de mi ignorancia. El phoka es un tipo de duende irlandés que tiene la capacidad de transformarse en cualquier animal y su afición es gastar bromas y trastadas.
Concepción Perea toma esta referencia mitológica y crea a los phokas de su mundo, una criatura cuya alma se ve dividida en una apariencia animal y otra «humana». Cada una de estas criaturas está ligada a un animal concreto, a diferencia del mito original, y no todas se dedican a hacer trastadas. Concha estira el mito y lo profundiza al crear a Dujal, coprotagonista de la historia, un phoka-gato que, por cierto, compartirá con el mito original su afición por tocar las narices al resto de personajes.
Un aspecto muy interesante de estos phokas es que no sólo se transforman en el animal, si no que se identifican con él y, por lo tanto, veremos como su carácter se asemejará en gran medida al animal en el que pueden transformarse. Es más, esta influencia no sólo se da en la personalidad, sino también en el físico y su forma de relacionarse con el entorno. De esta forma, Concha no sólo está empleando un mito original de Irlanda, sino que lo reinventa para poder crear una raza más de su universo.
3. Knockers, duendes mineros de la mitología celta
Si recuerdas la entrada en la que hablamos sobre Nicasia, la protagonista de la novela, sabrás que es una knocker. Una raza de la que nunca había escuchado hablar antes de sumergirme en la novela, pero resulta que se trata de una criatura de influencia celta, documentada en el folklore de Gales, Cornualles y Devon. Dentro de esta mitología, el nombre de estas criaturas proviene del sonido propio que se escucha en las minas antes de los derrumbes (knock-knock). Depende de la fuente, se consideran criaturas malévolas, pues buscan asustar y aterrorizar; o bienintencionadas al advertir a los mineros de un futuro derrumbe. De hecho, en algunas leyendas, se cree que estas criaturas son los espíritus de mineros fallecidos.
Pues bien, Cocha a estas criaturas les da un giro enorme. Aunque sí que se menciona que son un pueblo minero —de hecho, tienen cierto parentesco con los goblins—, en la actualidad han llegado a evolucionar hasta convertirse en un pueblo de ingenieros e inventores. De hecho, yo misma al leer «La quinta estación» creía que su nombre provenía del ruido propio de las diferentes forjas y talleres que regentaban.
Esta raza, por lo tanto, son el estandarte de la ingeniería en este mundo y, por lo tanto, como ya vimos, son la mano ejecutora de los artilugios propios del género steampunk. Pero es que, además, Concha introduce un aspecto muy original en fantasía y es el hablar de la evolución tecnológica de una raza para no anclarla en su estereotipo.
4. Sátiros, curación y sexualidad
Los sátiros son propios de la mitología griega y todos hemos oído hablar de ellos en algún momento. Originariamente, eran criaturas de apariencia humana pero con patas y trasero de carnero, así como grandes cuernos. Se creía que formaban parte del séquito de Baco, dios del vino. Por si no lo sabías, en las bacanales, celebraciones dedicadas a este dios, los creyentes se deleitaban dejando fluir sus places, donde se incluye tanto el vino y otras sustancias, como el sexo. Por ello, estas criaturas se relacionan directamente con el apetito sexual y existen miles de representaciones de ellos intentado alcanzar a mujeres jóvenes.
Concha recoge este mito y le da profundidad a través de dos de sus personajes que son tío y sobrina: Marsias y Mesalina, regentes de un burdel. Lo primero interesante es la visión que estas criaturas tienen del sexo pues se concibe como algo que dignifica a la persona, tanto a la que se dedica a entregar su cuerpo a otros, como aquel que recibe estos cuidados. Es más un arte, más relacionado con la sanación, que algo prohibido. Las relaciones, además, ofrecen un gran abanico de orientaciones sexuales que ayudan a extender esta visión del sexo tan particular. De hecho, esta visión no es algo exclusivo de los sátiros, sino que será algo extendido en este reino de hadas y duendes.
Pero es que la autora no se queda aquí. Los sátiros tienen una relación muy íntima con la sexualidad pero también les dota de una sensibilidad ante al entorno y la naturaleza de la que carecen el resto de razas. La mayoría de ellos se dedican a la curación, tanto del cuerpo y del alma, y la explicación que dan acerca de la vida dentro de cada hada y duende es bellísima. Pero dejaré que lo descubras por ti mismo.
Con este mito, Concha reinterpreta la figura de los sátiros para darle a su universo una nueva forma de entender el sexo, el cuerpo y el alma, y aquello que los une. Dejan de ser depredadores sexuales para convertirse en algo muchísimo más profundo.
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El espacio me limita a hablarte solo de tres de las muchas criaturas que habitan TierraLinde. Si te sumerges en sus páginas, podrás encontrarte a bogans, criaturas ancestrales, una visión bastante distorsionada de los elfos clásicos y unos goblins que te pondrían los pelos de punta. Todo ello, además, te ayudará a saber cómo reescribir y reutilizar un mito usado en miles de historias y, aun así, ser original y llamativo para tus lectores.
Cuéntame, ¿usas alguno de estos mitos en tus historias?
*Las imágenes de esta entrada son de la ilustradora Leticia Morgado Rodríguez. Haciendo click en cualquiera de sus imágenes puedes acceder a su página para ver su trabajo.
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A lo mejor te interesa echarle un ojo al juego de rol «Changeling: the Dreaming», sobre todo a su primera edición (publicada por White Wolf en EEUU y por La Factoría en España).
Me consta que Concha lo tiene como uno de sus libros de cabecera y la reinterpretación de estos seres mágicos parte antes de la versión presentada en este juego que de retorcer las fuentes clásicas.
¡Oh, no lo sabía! Muchas gracias por la info, intentaré echarle un vistazo a ver qué tal ^^