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En uno de los capítulo anteriores, el número 70 para ser exactos, te traje una recomendación literaria: «Ariadna» de Jennifer Saint. Hoy vengo a desgranar todo el marco mitológico que hay detrás de esta historia, centrándome en el mito del Minotauro de Creta y de la relación entre las dos princesas cretenses: Ariadna y Fedra.
1. El mito del Minotauro de Creta
Nuestra historia se remonta varias generaciones. El mito del Minotauro de Creta sirve para mitificar y dotar de unos antecedentes divinos a los reyes de la ciudad. Aún no hemos hablado de Ío, pero de ella nacerán tres de las dinastías griegas más poderosas: Argos, Tebas y Creta. Uno de los bisnietos de Ío fue Agénor, rey de Fenicia. E hijos de este fueron Cadmo, fundador de la dinastía real tebana, y Europa. Nos centraremos en esta segunda, pues de ella proviene el mito fundador de Creta.
Seguro que te suena el mito de Zeus y Europa. El rey de los dioses se fijó en esta princesa y decidió transformarse en un toro manso para que la chica se confiara y subiera sobre él para montarlo. El dios partió caminando sobre las aguas del mar llevándose con él a Europa. Agénor pedirá a sus hijos ir en su busca, pero no lo lograrán, pues Zeus la esconde en la pequeña isla de Creta y con ella tuvo varios hijos. Debido al afecto que siente por ella, le regala la isla y un lugar en las estrellas.
Uno de sus hijos más famosos fue Minos, rey de Creta. Se casó con Pasifae, hija de Helios, y con ella tuvo varios hijos: Catreo, Deucalión, Androgeo y Glauco. Además de varias hijas, entre las que se encuentran Ariadna y Fedra. Sin embargo, Minos ofende a Poseidón. Debía sacrificarle un toro blando pero, debido a su belleza, decide quedárselo y ofrecerle al dios uno menos bello. Según la versión, el dios ofendido puede ser Afrodita, pues Pasifae desatendió sus ofrendas a la diosa del amor; o incluso deberse al rencor de Afrodita hacia Helios, pues había desvelado su relación adultera con Ares.
Esta afrenta divina se acaba traduciendo en que Pasífae siente una gran atracción sexual hacia el toro blanco que Minos no ha querido sacrificar. Confiará este deseo a Dédalo, el gran ingeniero, y este la construirá una vaca de madera, cubierta de pieles de vacas, para que pueda desfogarse con el animal.
De esta forma, Pasífae acaba pariendo al Asterión: un ser que es mitad hombre y mitad animal.
2. Ariadna en Creta
La novela de Jennifer Saint se inicia cuando el Minotauro de Creta ya ha nacido. La historia va a centrarse en explicar cómo vive Ariadna el tener un hermano monstruoso y cómo la alegría y felicidad de su madre va apagándose día tras día.
Su hermano empieza siendo una criatura a la que tiene que cuidar, pero a muy temprana edad se manifiesta la monstruosidad que hay en él: caza y come animales crudos, agrede a los sirvientes y responde con violencia a cualquier acercamiento.
Por este motivo, el rey Minos, que debe vivir con la vergüenza de que su esposa se haya acostado con un animal y le haya dado un bastardo monstruoso, orden a Dédalo que construya un laberinto en el que encerrarle. Ariadna en este punto reflexiona sobre cómo los dioses castigan a los hombres haciendo sufrir a las mujeres de su alrededor. No solo ofreciendo el punto de vista de su madre, sino también el de otras mujeres de la mitología, como Medusa o Medea.
Sin embargo, lo que en principio es una vergüenza para el rey, termina convirtiéndolo en un arma. Minos atacará a Atenas por la muerte de su hijo Androgeo, que había acudido para competir en los juegos de las Panatenas y lo habían asesinado debido a las envidias por sus victorias. Al ganar el combate, Minos exigirá a Egeo un tributo anual de un grupo de jóvenes y doncellas que servirán de alimento al bastardo de su mujer. Así, le retirará su nombre humano y lo nombrará Minotauro. Es decir, el toro de Minos.
Dejaré a un lado la historia de Teseo, pues sino esté capítulo se alargaría demasiado. Saltaré hasta el punto en el que se presenta como tributo voluntario con la firme intención de dar muerte al monstruo. Para lograrlo, se granjea el amor y la confianza de Ariadna que acaba traicionando a su familia y ayudándole: abrirá las puertas del laberinto y le preparará las armas necesarias para que pueda matar a su hermano Asterión.
Teseo le ha prometido llevársela de Creta y hacerla su esposa y, por lo tanto, futura reina de Atenas. También le promete llevarse con ellos a su hermana Fedra, pues desea protegerla de la ira de su padre. Este detalle es un elemento que aparece en la novela, pero que no he encontrado recogido en las fuentes bibliográficas.
3. Ariadna en Naxos
Sin embargo, Teseo no es un hombre de palabra. Huye de Creta con Ariadna y guía sus barcos hasta la pequeña isla de Naxos para descansar antes del viaje hasta Atenas. Allí se encuentra con una morada en la que pasan la noche Teseo y Ariadna.
Al despertar, sin embargo, Ariadna se ve abandonada en las playas. Según el marco mitológico, se dan varias explicaciones a esta decisión de Teseo. Por un lado, se plantea la idea de que Dioniso la desea como esposa y le ha hecho llegar la orden de que la deje en tierra. Por otro, una alternativa más afín al carácter de Teseo, es que la abandona por voluntad propia. Las fuentes nombran a otra mujer de la que estaba enamorado, pero en la novela se da una explicación más coherente: no puede casarse con la mujer que ha traicionado a su propia familiar.
Ariadna, por lo tanto, se quedará sola en una isla sin nada más que unos pocas cajas de provisiones, sobreviviendo a duras penas mientras piensa en dejarse morir o intentar mantenerse unos pocos días más con vida. Hasta que llega Dioniso. La morada era una de sus muchas casas y llega hasta ella por puro azar. Le permite vivir y cuidar su hogar y la nombra una de sus sacerdotisas. Pero llega un momento en el que ambos se enamoran y acaban enamorados. Dioniso la tomará como esposa y tendrán cuatro hijos. Ariadna vivirá feliz, alejada de lo que sucede en el mundo, rodeada de sus hijos y las ninfas de Dioniso, las ménades, que vivirán junto a ella en Naxos.
4. Fedra en Atenas
Pero como he dicho al inicio, esta novela está construida como un relato de hermanas. En el momento en el que Fedra y Ariadna se separan, asistimos a una relato entrecruzado entre lo que va a vivir Ariadna en Naxos y lo que va a protagonizar Fedra en Atenas.
Jennifer Saint nos muestra una hermana pequeña que queda desolada ante la desaparición de Ariadna, que la da por muerta, creyendo las palabras de Teseo. Acaba viviendo en primera persona el declive su reino: la locura de su padre Minos, la huida de Dédalo y la muerte de Ícaro. El reino acaba en manos de su hermano mayor Deucalión, que la entrega a Teseo como esposa para firmar la paz entre ambas ciudades.
De esta forma, una princesa de Creta se acaba convirtiendo en la reina de Atenas y esposa de Teseo, pero no a la que se lo había jurado en primer lugar. Sobre la vida de Fedra poco se conoce, pero Jennifer nos la retrata como infeliz. Teseo es descrito como alguien manipulador y mentiroso, que aprovecha la inocencia de su joven esposa y suele pasar más tiempo batallando fuera de Atenas que en palacio. Así, Fedra va a terminar aprendiendo a hacerse un hueco en la política ateniense, hablando primero en nombre de su esposo y, después, en el suyo propio. Tendrá dos hijos con Teseo: Acamante y Demofonte.
Sin embargo, lo que Fedra desconocía es que Teseo había secuestrado a la reina de las amazonas y había concebido con ella a su primogénito: Hipólito. Este se presentara a Atenas como el primogénito del rey, pero no con intención de reclamar poder para él, sino para conocer a su padre. Depende de la versión, encontramos una historia u otra. La que sigue Jennifer es la descrita por Eurípides en Hipólito.
Hipólito es un cazador joven, casto y astero. Es devoto de Artemisa y ha jurado mantener su castidad, despreciando el culto y las obras de Afrodita. La diosa del amor, despreciada por este gesto, provocará que Fedra caiga perdidamente enamorada de él. Se trata de una relación vergonzosa porque roza el incesto, puesto que Hipólito la trata como a una madre. De hecho, Fedra piensa mucho en los actos de su madre y cómo una llevarse por ellos trajo tanta perdición a toda su familia.
Acabará contándole lo que siente, pero él quedará aturdido por sus palabras. Ella, temerosa de que lo cuente y que eso puede afectar a sus hijos, decide quitarse la vida. Antes de ello, deja una nota acusándolo de violación para que la deshonra de su deseo no salpique a sus hijos. Así, Teseo decide vengarse y pedirá a su padre Poseidón, el que le había prometido tres peticiones. Este hará aparecer un toro de las aguas en las que está entrenando Hipólito, lo que provocará que los caballos del carro se asusten y lo tiren al suelo, hiriéndolo de gravedad. Sus amigos cazadores lo socorren y lo llevan junto a su padre, allí le contará toda la verdad y Teseo le pide disculpas; pero Hipólito acaba muriendo.
4. Ariadna y Dioniso contra Perseo
La historia de Ariadna, sin embargo, prosigue tras la muerte de su hermana pequeña. Como decía, vive ajena al mundo que la rodea hasta que su esposo empieza a preocuparse por cuestiones políticas. Según una vieja historia Dioniso decide atacar la ciudad de Argos acompañado de sus ménades y su esposa Ariadna.
No he encontrado demasiadas referencias bibliográficas sobra esta historia, Jennifer lo justifica explicando que en Argos se rechaza el alcohol y que han despreciado el culto a Dioniso. Por eso, el dios del vino decide personarse a sus puertas para reclamar los honores merecidos, como hijo cualquier hijo de Zeus.
Sin embargo, perderá la guerra. La mayoría de ménades perecen en esta contienda y, según alguna versión, Perseo consigue ahogarlo en el lago de Lerna, que se decía que no tenía fondo. Ariadna, al acudir en su ayuda, termina petrificada por la cabeza de Medusa que Perseo lleva consigo.
A partir de entonces, se cuenta que Dioniso deja su vida terrenal y vuelve al Olimpo, donde consigue hacer las paces con Hera, que había matado a su madre. En algunas versiones se cuenta que Zeus hace inmortal a Ariadna, para que pueda vivir junto a su esposo. Y en la mayoría se cuenta que la corona que Dioniso le entregó al casarse con ella aún sigue en los cielos, pues la convirtió en una constelación.
Y eso es todo por hoy. Hacía tiempo que quería traerte la historia del Minotauro de Creta y sus hermanas, pues es una de esas historias que tienen mucho de lo que poder comentar.