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La mitología griega está plagada de grandes figuras, la mayoría semidioses, que protagonizaron historias que recorrían toda Grecia y Roma. Se trataban de héroes que se tomaban como referencia en la vida diaria de nuestros ancestros. Como siempre, en el capítulo anterior de mitología griega, lancé la pregunta sobre qué héroe querías que trajera hoy. Ha ganado por goleada el mito de Perseo, el héroe que consiguió la cabeza de Medusa.

1. Nacimiento de Perseo

Para entender el mito de Perseo, debemos remontarnos antes al nacimiento de su madre, Dánae. Acrisio, rey de Argos, contrajo matrimonio con Eurídice, princesa de Esparta. De esta unión, nació una hija (Dánae), pero ningún hijo. Al consultarlo con el oráculo, este predijo que nunca engendraría varón, pero su hija sí. Es más, la profecía dictaba que su propio nieto lo mataría.

Danae de Jan Gossaert

Para evitarlo, Acrisio decidió aislar a su hija de todo contacto humano. Hizo construir una cámara subterránea de bronce en el patio del palacio y la dejó allí encerrada con su nodriza. En otras versiones, su prisión fue una torre de bronce. No obstante, sus intentos fueron en vano, ya que Zeus se encaprichó de ella y se coló por el tejado en forma de lluvia de oro. La dejó embarazada y, nueve meses después, dio a luz a nuestro héroe y semidiós.

Acrisio no se percató de su nieto hasta tres o cuatro años después, lo que muestra el poco caso que le dedicaba a su hija. Cuando se entera de lo sucedido, enloquece. Saca a Dánae y a Perseo de allí y hace matar a la nodriza. A pesar de que Dánae le contó que Zeus era el padre de su nieto, Acrisio no la creyó. Decidió encerrarla en una cesta junto a su hijo y los lanzó al mar. Su intención eran sentenciarlos a muerte, pero los dioses los protegieron.

Acabaron en la isla de Cícladas, encontrados por Dictis, hermano de Polidectes, rey de Sérifos. Dictis los acogió como miembros de su propia familia y educó a Perseo. Todo transcurrió con calma hasta que Polidectes se enamoró de Dánae.

2. Perseo contra Medusa

Polidectes tenía muy claro que quería casarse con Dánae; pero también que Perseo, que había crecido y se había convertido en un joven fuerte, la protegería. Así, tramó un plan para sacárselo de encima: le enviaría a una misión muy peligrosa. Le invitó junto a otros hombres importantes de su isla a un éranos (fiesta donde los invitados hacían una aportación). Le pidió a Perseo un caballo, pero este contestó que, por él, podría traerla la cabeza de una gorgona. De esta forma, el rey le tomó la palabra y le exigió la cabeza de una de estas criaturas.

Para no hacer esta entrada más larga de lo que ya va a ser, si quieres conocer la historia de las gorgonas y, en concreto, el mito de Medusa, te derivo a la entrada que le dediqué en el blog.

Perseo con la cabeza de Medusa.

Si seguimos con el mito de Perseo, nuestro héroe no lo dudó: quiso enfrentarse al monstruo para demostrar su valía al rey. Pero no lo hizo solo, Hermes y Atenea le prestaron su ayuda. Ambos dioses representan el viaje y la astucia, respectivamente. Gracias a ellos, conseguirá una serie de dones que le ayudarán a enfrentarse a Medusa.

El primer obstáculo fueron las Grayas, también llamadas las Viejas. Consiguió hacerse con el único diente y el único ojo que compartían para que éstas le ofrecieran la ubicación de unas ninfas. Al llegar junto a ellas, le dieron unas sandalias aladas para poder volar, el gorro de Hades que le haría invisible y un morral metálico para guardar la cabeza de la gorgona. Al acabar, el propio Hermes le ofrece una hoz de adamantio.

Una vez en la cueva de las gorgonas, los dioses que le acompañaban le indicaron que debía enfrentarse a Medusa, la única mortal de las tres hermanas. Para evitar la mirada de Medusa, ya que tenía el poder de petrificar todo aquel que la mirara, empleó su escudo como espejo. Atenea guio su mano y, ambos, consiguieron cortarle la cabeza y guardala en el morral. Pudo escapar de las otras dos criaturas gracias a la invisibilidad que le otorgaba el casco de Hades.

Aunque el enfrentamiento con Medusa es el episodio más conocido del mito de Perseo, aquí no acabará su historia.

3. Perseo, Andrómeda y el trono de Sérifos

Lograda su misión, emprende su viaje de regreso a Sérifos. Sin embargo, algo le hace detenerse. Encuentra a una joven de una gran belleza atada a una roca en la costa marina.

Se trataba de Andrómeda, castigada por una indiscreción de su madre, Casiopea. Ésta se había atrevido a proclamar que era más bella que las ninfas marinas. Poseidón, dios del mar, no toleró semejante blasfemia, así que envió una inundación y un monstruo marino al puerto de la ciudad. Los habitantes pidieron ayuda al oráculo y este profetizó que se debía entregar a la hija de Casiopea.

Andromeda de Gustave Doré

Perseo se enamoró al verla. De esta forma, prometió rescatarla si aceptaba casarse con ella. Depende de la versión, consigue la promesa de parte de ella o de sus padres. Mató al monstruo empleando la ayuda de la cabeza de la gorgana. Ovidio, en sus Metamorfosis, explica que este es el origen del coral.

En este momento, reclama a la novia y sus padres se lo niegan. De esta parte de la historia hay varias versiones, pero la idea general y común en todas ellas es que se enfrentan. En algunas versiones, consigue convencer a su padres; mientras que en otras mata y/o petrifica al otro pretendiente. El resultado es que acaba consiguiendo a Andrómeda y prometiéndole al rey Cefeo que le entregaría a su primogénito, ya que éste no tenía heredero.

Vuelve junto a su esposa Andrómeda a Sérifos y se encuentra a su madre y Dictis huyendo y escondiéndose a la violencia del rey Polidectes. Este había intentando forzar el matrimonio con Dánae en ausencia de Perseo. Al llegar, se presenta ante el rey para mostrarle que había logrado la misión. De esta forma, acaba petrificándolo (en algunas versiones también a sus hombres de confianza) y le concede el trono de Sérifos a su protector Dictis.

4. La profecía de Perseo y la fundación de Micenas

Pero, si lo recuerdas, el mito de Perseo empieza con una profecía muy concreta: su destino era matar a su abuelo. ¿Qué sucede con eso?

Perseo mata a Polidectes

Después de sus aventuras en Sérifos, Perseo desea asentarse en su tierra natal. Por lo tanto, emprende rumbo hacia Argos junto a Andrómeda y Dánae para reunirse con su abuelo. Acrisio, sin embargo, huye nada más saber que su nieto se acerca. Teme que venga a matarle.

Perseo, en cambio, solo desea conocerle y no le quiere ningún mal. Por eso, decide seguirlo. Andrómeda y Dánae se quedarán en Argos mientras Perseo intentará demostrarle a su abuelo sus habilidades y que no tiene malas intensiones.

Se acaban encontrando en Larisa. El rey de la ciudad, Teutámides, convoca unos juegos fúnebres en honor a su padre. Perseo pretende demostrar su habilidad con el disco y en uno de sus lanzamientos hiere a su abuelo en el pie, herida que le acaba provocando la muerte. El oráculo, por lo tanto, se cumple gracias a este accidente deportivo.

De esta forma, Perseo hereda el trono de su abuelo. Sin embargo, siente mucha vergüenza de aceptarlo al sentirse responsable de su muerte. Decide entonces intercambiar su reino con uno de sus primos, Megapentes. Esto tiene sentido si te cuento que el reino de Megapente y Perseo antes formaban uno y fue dividido en dos debido a las rivalidades entre los hermanos herederos. Perseo tomará este nuevo reino y cambiará la ciudad capital, fundando Micenas.

Así, Perseo y Andrómeda se convierten en rey y reina. Este sería el final de la historia de Perseo, aunque su estirpe heroica va mucho más allá, ya que de él desciende el mismísimo Heracles, Hércules en la mitología romana.


Eso es todo por hoy. Perseo es uno de los héroes más llamativos dentro de la mitología griega, aunque a mí siempre me han llamado mucho más la atención esos personajes femeninos silenciosos que le acompañan.

Cuéntame, ¿conocías el mito de Perseo? ¿Has leído alguna historia que pretendiera reinventarlo?


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