El mito de Poseidón, el señor de los mares

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En un capítulo anterior, te expliqué como Zeus consigue vencer a su padre Cronos y cómo se reparte las riendas del mundo con sus hermanos: él se quedó la tierra; Hades, el inframundo y Poseidón, el mar. A lo largo del mito de Poseidón veremos como se convertirá en el dios de los mares, pero también de los terremotos y de los caballos. Tendrá varias amantes y se enfrentará a la mismísima Atenea, hija predilecta de Zeus.

1. Poseidón, el dios de los mares y de los terremotos

A lo largo de todo el mito de Poseidón, este es retratado como un monarca majestuoso e intimidatorio del mar. En el arte, es una figura alta, madura e imponente, no muy diferente a Zeus en aspecto, pero distinguido por su apariencia más desmarañada y tosca. De hecho, Poseidón puede entenderse como otra cara del mismísimo Zeus, pues se equipara a un Zeus del mar, al ser el rey y soberano de los mares y los océanos.

El regreso de Neptuno de Copley (1754)

Identificarás a Poseidón en cualquier representación artística porque lleva siempre un tridente de mango y dientes largos, que le sirve tanto de cetro como de arma. Lo usa para remover las aguas y calmarlas de nuevo; para partir rocas; para reorganizar la topografía de la tierra. Este arma ha sido equiparada, de hecho, al rayo de Zeus.

Cuando marcha por el mar, le atienden las ninfas marítimas, así como las bestias y monstruos de las profundidades. Esta procesión marítima ha sido representada por los artistas griegos y romanos en infinidad de obras, en la mayoría se le ve acompañado de tritones, delfines e hipocampos. Estas criaturas, monstruos con la parte superior de un caballo y la inferior de un pez, tiraban algunas veces del carro del dios del mar o, incluso, lo llevaban sobre sus lomos.

Sus funciones en el mundo terrenal eran ambivalentes. A lo largo de todo el mito de Poseidón, se le describe como el agitador de la tierra y del mar estéril, pero también como domador de caballos y salvador de barcos. Esto deja de manifiesto que el poder de Poseidón, tanto para salvar como para destruir, se manifiesta sobre todo en el dominio que ejercía en las fuerzas elementales de la naturaleza. Si estaba en el mar, era conocido por sus grandes y furiosas tormentas; si caminaba sobre la tierra, por sus terremotos. También podía enviar tormentas y dominar los vientos. Aunque generalmente aparece con un actitud agresiva y furiosa, también podría proteger y ayudar a los marineros, si le honraban debidamente. De hecho, era aconsejable invocar su ayuda antes de emprender un viaje.

Era tal su poder que, del mismo modo que podía agitar las aguas hasta sus profundidades, también podía agitar la tierra hasta lo más hondo como señor del terremoto. De hecho, Esparta, que era especialmente propensa a terremotos, los atribuía a la ira o al castigo del dios, como cuando en el 464 a.C. expulsaron y mataron a unos siervos que habían buscado refugio en el templo de Poseidón.

Como podemos apreciar, se trata de una divinidad que ha sido retratada como majestuosa y poderosa, pero también irascible y vengativa. Es conocido, de hecho, por sus arrebatos de ira que desataban grandes catástrofes, como veremos ahora a lo largo del mito de Poseidón.

2. Poseidón, padre del primer caballo

Otra característica del dios del mar y de los océanos es que se le atribuye ser el creador del primer caballo y, de esta forma, este animal se convertirá en el tributo ideal para la deidad. Puede parecer algo contradictorio relacionar al dios de los mares con un animal terrestre, pero se entiende si se observa la trayectoria de la divinidad. En la tradición más arcaica, se le entiende como un dios de fuerza natural y el caballo era para los griegos una gran fuerza de la naturaleza que acabaron dominando. Más tarde adquirió la especialización que hemos comentado más arriba.

Detalle de un epínetro ático

Encontramos muchos mitos que explican como Poseidón creó la raza equina, muchos de ellos contradictorios entre sí. Se tratan la mayoría de leyendas de naturaleza más primitiva.

Según Hesíodo, violó a Medusa y, cuando Perseo le cortó la cabeza, nació de ella Pegaso junto al gigante Criasor. Si quieres saber más sobre esta aventura, ya te hablé sobre la historia de Perseo y pronto te traeré también la historia de Medusa.

Otra leyenda explica como engañó a Deméter mientras ambos estaban transformados en caballos y de la unión de ambos nació Arión, el caballo divino de Adrasto, rey de Argos, y una niña, el nombre de la cual solo se relevaba a los iniciados en las artes de Deméter. Hablaremos largo y tendido de ella en un capítulo siguiente.

Una leyenda de Tesalia representaba a Poseidón como progenitor de toda la raza equina. Se cuenta que se había quedado dormido en esa tierra, había esparcido su semen en la tierra rocosa, fertilizándola y provocando la creación del primer caballo, Escifio. En algunos relatos posteriores, este nacimiento de Escifio se da cuando golpea con su tridente la tierra.

Otra leyenda sitúa la creación del primer caballo en Atenas, pero su nombre no será Escifio sino Escironite y esta creación se dio durante el enfrentamiento con Atenea por el dominio de la ciudad.

3. Poseidón contra Atenea

Además de las historias anteriores, el mito de Poseidón, su trayectoria como divinidad celestial, le sitúa en varios enfrentamientos contra varias divinidades para hacerse con la soberanía sobre varios territorios y conseguir ser su dios patrón.

La más famosa de estas competiciones fue en la que se enfrentó a Atenea para hacerse con la el control de la ciudad de Ática, enfrentamiento arbitrado por los doce olímpicos, por el rey de Atenas y por sus cociudadanos. Ambas divinidades realizaran actos par ganarse el favor de los árbitros, mortales y divinos.

La disputa de Minerva y Neptuno de Halle (1711-1781)

Poseidón, nada más llegar al territorio, intenta establecer su prioridad: golpea en la Acrópolis con su tridente y crea un pozo de agua salada, el llamado mar del Erecteion. Este se encontraba dentro del templo y se decía que producía un sonido semejante al de las olas siempre que el viento soplara del sur. A continuación, llega Atenea, planta el primero de los olivos de Ática y llama a Cécrope, el primer rey de Atenas, par que haga de testigo. Tanto el rey como los doce olímpicos decidieron que la vencedora fuera Atenea anteponiendo el regalo de la diosa, que se convertiría en una de las bases de su comercio, al hecho de que Poseidón hubiese llegado primero. El dios se enfureció tanto que inundó la llanura de Tría, al noroeste de Atenas, al menos durante un tiempo. De hecho, pretendía anegar todo el país, pero Hermes le transmitió un mensaje de Zeus que le ordenaba desistir en su empeño.

En una versión, Poseidón reclama su preminencia haciendo hacer el primer caballo. En otra se relata que Atenea provoca que surja el primer olivo al golpear la tierra con su lanza, al igual que Poseidón había hecho con su tridente al crear el pozo de agua salada.

Existe también una curiosa versión que explica como el oráculo de Delfos advirtió al pueblo de que debían escoger a una de las dos divinidades, pues observó que había surgido la aceituna y la fuente salada, ambos símbolos de sendos dioses. Los ciudadanos, que habían votado en masa al dios, fueron superados por las ciudadanas que habían optado por la diosa.

No se enfrentó únicamente a Atenea por la soberanía de un pueblo, sino que también perdió contra Hera por Argos. Su furia fue semejante, pues hizo secar los ríos de su alrededor durante casi un año. De hecho, se cuentan muchas historias sobre como intentaba hacerse patrón de las ciudades y acababa vencido. No obstante, en algunos casos compartía su soberanía con otras divinidades, como fue el caso de Trecén, en la que quedó empatado con Atenea.

También tuvo un papel fundamental en la guerra de Troya, como divinidad hostil a los troyanos, pero será algo que te explicará con detenimiento más adelante.

4. Los hijos y las mujeres de Poseidón

A lo largo de todo el mito de Poseidón, podemos ver como, entre otras cosas, también engendra una buena cantidad de hijos. No en vano lo he presentado como el Zeus de los mares.

Mosaico romano

Su consorte será Anfitrite. Según algunas versiones, hija de Nereo o el titán Océano y, según otras, madre de las Nereidas. Consiguió sus amores al puro estilo Zeus. La cortejó hasta que ella huyó y se escondió en los más profundo del océano, pero Poseidón envió en su busca a uno de sus animales particulares: el delfín. Éste la encontró. Algunas versiones explica como la llevó hasta el encuentro del dios, otras solo como informa de su escondite. Por esta ayuda, Poseidón elevó su imagen a las estrellas y creó la constelación del Delfín.

Una vez convertida en su consorte, Anfitrite se convierte en la reina de los mares y suele estar representada en el arte sentada junto al trono de su marido. Sin embargo, tiene un papel muy pasivo en las historias mitológicas. Solo se conoce una historia en la que se venga de una de las amantes de su marido, Escila. Su único hijo en común fue Tritón, un ser con cabeza y parte superior humanas y con cola de pez, que no debe confundirse con la sirenas griegas. Otras fuentes les atribuyen más descendencia a la pareja, dos hijas: Betesicime y Rodo, esta última esposa de Helios.

Sin embargo, esto no fue la única prole de Poseidón. Después de Zeus, Poseidón es el dios al que se le atribuye un mayor número de hijos no divinos. Pueden dividirse en dos grupos. En el primero, se entiende a Poseidón como dios salvaje e impredecible y se le atribuye ser el creador de héroes o gigantes de naturaleza violenta y tosca. En el segundo, como gran dios, es el origen de varias genealogías heroicas por casi las mismas razones que su hermano. De este segundo grupo, su hijos más importante fue el gran héroe Teseo. Podríamos mencionar también a Pelias, Neleo, Belo y Agénor. Del primero, podríamos destacar al cíclope Polifemo, el gigante cazador Orión o a los Alóadas que intentaron asaltar los cielos.


Y eso es todo por hoy. Poseidón es uno de los doce olímpicos más importantes y formaba parte de la vida diaria de los griegos de la época. Esa fuerza de naturaleza salvaje que podría destruirles con un solo suspiro o podía salvarles si le caías en gracia.

Cuéntame, ¿conocías el mito de Poseidón?


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