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Siempre me han fascinado las brujas y pienso llenar el blog de ellas. Brujas de varias épocas y de diferentes regiones. Ya vimos el mito y la historia de la bruja medieval de Occidente. Hoy nos vamos un poco atrás en el tiempo para hablar la hechicería que se daba en la Antigua Grecia. Veremos un tipo de magia totalmente diferente a través de la historia de tres brujas de la mitología griega. Sus historias pueden servirte fácilmente de inspiración en tu novela de fantasía. ¡Quédate hasta el final!

1. Hécate, la reina de las brujas.

«Hécate», ilustración de Stéphane Mallarmé.

Hécate originariamente era una diosa de Asia Menor que representaba la vida salvaje y que la cultura griega nacionalizó y la dotó de diferentes poderes para evitar que se entrelazara con la figura de Artemisa. De esta forma, a Hécate se la nombra hija de Asteria y, por lo tanto, nieta de Febe, una anciana titánide que personificaba la luna. A Hécate se la consideró la reaparición de su abuela y, por lo tanto, se convirtió en diosa lunar. Es más, toda la iconografía relacionada con ella la muestran como una mujer con tres cabezas. Un claro símbolo de las tres edades (niña, adulta y anciana) que se relaciona de forma directa con el ciclo lunar.

Pero vayamos al grano: ¿qué tipo de magia empleaba Hécate? O, más interesante aún, ¿qué tipo de magia empleaban sus fieles? Por que sí, se han encontrado restos de sortilegios que los propios griegos preparaban para buscar un efecto concreto. Las denominadas Tabellae defixionum estaban hechas de plomo y contenían diferentes símbolos con el sortilegio. Se creía que estas tabillas atraían a los espíritus. Eran colocados en lugares donde había sucedido un crimen, una ejecución o en los propios cementerios. Se creía que los fantasmas se introducían en ellos para hacer realidad el hechizo. Por lo tanto, era una magia centrada en el poder de la palabra y que buscaba el poder de un alma errante para hacerla funcionar. No me extraña que la figura de Hécate esté estrechamente relacionada con la de Isis y el Hekau, la magia egipcia.

Otro dato interesante de la bruja y que, curiosamente, se asemeja con la magia vudú que ya hemos visto en el blog, es que se la relaciona con el perro. ¿Recordáis a Papa Legba? Es considerado el guardián de la puerta entre el mundo mortal y el mundo de los muertos. Siempre le acompañaba un perro viejo.

2. Medea, la Hermione Granger griega

Medea siempre ha sido una mujer mítica con una gran fuerza y autónoma. Tanto que llevó a la victoria a los famosos Argonautas gracias a sus conocimientos sobre la magia. En otras palabras, era una Hermione griega: se dedica a salvarle el culo a Jasón y a sus hombres. A diferencia del tipo de magia planteada más arriba, en los mitos relacionados con Medea se asocia su poder mágico con la manipulación de diferentes hierbas y brebajes. Lo que, indudablemente, se asemeja mucho más a nuestra versión medieval de la bruja.

«Medea y Jasón» de John William Waterhouse

Pero centrémonos: ¿quién fue Medea y por qué fue tan famosa? De forma resumida, Medea se enamoró de Jasón y lo consiguió colocar en el trono de Corinto. Porque sí, fue gracias a ella que su enamorado logra alcanzar gran fama y no morir en innumerables ocasiones. Gracias a ella completó una tarea impuesta por su propio padre, el rey Eetes. Debía dominar a dos bueyes que escupían fuego por la boca y derrotar a unos esqueletos que nacieron de la tierra errada con dichas bestias. También consiguió engañar a su hermanastro, que los perseguía para darlos muerte, y lo tiró en chachitos al mar. E incluso engañó al gigante de bronce, Talos, para que bebiera una pócima que le haría inmortal. Pero que terminó matándolo. Las proezas de Medea fueron abundantes y, de hecho, sirvieron para mantener con vida al estúpido y engreído de su enamorado.

Porque sí, esta historia tiene un final trágico. Como he dicho más arriba, Medea es quien logra que Jasón ostente el trono y este le promete que la hará su esposa y reina. Pero no hemos visto la otra cara de la moneda. Jasón, en cada dificultad que se presenta va tomando reiteradas decisiones de entregar o abandonar a Medea para salvar la vida. Aunque en todos los casos llega ella y lo solventa con una buena dosis de drogas y potingues. Es por ello que a la única que le sorprenda que el muchacho decida tomar por esposa a otra princesa es a Medea.

El mito se cierra con un broche algo agridulce cuando Medea, muerta por los celos, decide hacerles un regalo a los prometidos. Envía a la novia una capa que, al ponérsela, la quema viva. Como venganza hacia Jasón, decide asesinar a sus propios hijos. Otra opción del mito cuenta que, al enviar estas ropas encantadas, mueren también sus hijos, ya que eran ellos los mensajeros que las llevaban hasta la princesa.

Este es un final muy turbio, pero sería interesante tomar la historia de Medea y convertirla en una obra de superación personal. Una sobre sobre cómo una mujer, bruja, puede hacer frente a una relación tóxica y vivir amándose a sí misma y en sororidad con las demás mujeres también maltratadas y humilladas.

3. Circe, una loca de los leones

Seguro que conoces a Circe o has oído hablar de ella, pues es una de las brujas más famosas por aparecer en la Odisea y tener un papel del todo relevante en la travesía de Ulises y sus hombres. De hecho, Circe fue la maestra de Medea y le enseñó toda su sabiduría acerca de la magia. Es más, aparece en los mitos relacionados con Medea ayudándola con sus purificaciones y brebajes.

«Circe ofreciendo la copa a Odiseo» de John William Waterhouse

Pero centrémonos en Circe, ¿cuál es su poder? ¿Por qué es famosa? Circe vive en la isla de Eea. Aunque no solo vive en ella, sino que es su dueña y señora. Vivía en una aparente soledad, rodeada por bestias que son, en realidad, hombres que ella misma había convertido como castigo. Los más característicos son los leones que inundan su isla. Son inofensivos y llenan de lisonjas a los que se atreven a adentrarse en sus bosques. Circe es una hechicera poderosa, conocedora del saber de Hécate y fiel sierva suya. Decide vivir en armonía y soledad en su isla hasta que se cruza por su camino Ulises.

Lo primero que hace la hechicera al ver que parte de su tripulación entra en su isla a husmear es invitarlos a un gran banquete que ha sido hechizado previamente con unos de sus mejunjes. Con su báculo de poder activa el hechizo y los convierte en cerdos. Lo que entra dentro de sus estándares, visto la cantidad de bestias que abundan en su isla. No obstante, Ulises es avisado de la situación de sus hombres y decide ir a salvarlos. Con la ayuda de Hermes, quien le indica una planta que lo protege de la maldición de la bruja, consigue burlar sus sortilegios y poder hablar con ella.

Circe termina convertida en una de sus amantes más duraderas. Comparten lecho durante más de un año e, incluso, concibe tres hijos suyos. Su relación se termina rompiendo cuando Ulises decide seguir su travesía hasta llegar a Ítaca, donde le espera su fiel esposa.

Vemos en Circe una mujer independiente y fuerte que ha sabido someter las maldades de su alrededor a través de su magia. Consigue vivir en armonía, pero en soledad. La relación con Ulises incluso es una de las más sinceras, pues sabe desde el principio que no será duradera, pero ambo deciden disfrutar del momento. Una actitud emancipadora para cualquier mujer, desde luego.

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Y eso es todo por hoy. Hemos visto a tres brujas de la mitología griega, pero nos quedan mucho más por ver. Espero que sus historias te sirvan de inspiración para tus obras. Recuerda: tipos de magias hay muchos tipos; pero de brujas, tantos como mujeres.

Cuéntame, ¿conocías a estas brujas? ¿Cómo reelaborarías sus mitos?


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6 comentarios sobre “Hécate, Medea y Circe: brujas de la mitología de la Antigua Grecia”

  1. Buenos días

    Espero que te llegue este comentario.

    Está muy bien el artículo. A Circe la conocía bien, de hecho, yo mismo te la sugerí :D. No sabía tanto de Hécate ni de Medea. Me sonaban los nombres, pero poco más.

    A ver si, poco a poco, voy comentándote otras entradas, pero como de momento los días siguen teniendo 24 horas…

    Saludos.

  2. ¡No te preocupes por eso! No busco comentarios (aunque se agradecen, claro), sino que mis entradas ayuden a alguien ^^

    ¡Gracias por pasarte, un abrazo!

  3. Hola
    Me ha gustado mucho el artículo.
    Estoy escribiendo un guión y me gustaría saber si a las brujas en La Grecia antigua también se las perseguí como en la edad media, bueno si tienes ese dato
    Muchas gracias
    Saludos
    Neus

    1. ¡Hola, Neus!

      No, en la Edad Media la brujería se relacionaba con lo pagano y, por lo tanto, con lo diabólico. En Grecia era parte de la religión y de la forma de relacionarse con el entorno. Mis conocimientos sobre las prácticas mágicas de aquel entonces se reducen a solo algunos detalles, por lo que no me atrevo a decir nada categóricamente, pero sí hay una gran diferencia entre el trato entre una cultura y otra.

      ¡Gracias por pasarte y comentar!

  4. Hace poco que descubrí que existía la diosa Hécate y la verdad es que me ha entusiasmado, es una diosa hasta la que hace muy poco no se hablaba mucho, pero ahora cada vez veo más cosas relacionadas con ella en más sitios, lo que ha hecho que me ponga a buscar información sobre ella, me ha gustado mucho vuestro artículo, muchas gracias.

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