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Este pasado fin de semana ha sido el 23 de abril y aquí en Catalunya es algo mucho más importante que el Día del Libro, porque se celebra Sant Jordi. Un día en el que nos regalamos entre nosotros libros y rosas rememorando una leyenda medieval. La semana que viene te contaré el origen de esta y cómo ha ido evolucionando con el paso de los siglos, porque hoy nos centraremos en hablar sobre uno de sus personajes principales: el dragón. Pero como hay tantos, hoy te invito a un viaje a través de diferentes mitología para descubrir 12 nombres de dragones mitológicos.
Dragones de la mitología china
Vamos a empezar nuestra travesía con los dragones más alejados de nuestro imaginario común: los chinos. Son muy diferentes tanto por su aspecto como por su carácter. A diferencia de los dragones europeos, estos son representaciones de las fuerzas naturales y no son descritos como seres malévolos, sino que normalmente se entienden como benevolentes, sabios y poderosos.
Físicamente, parecen estar formados por la combinación de diferentes animales. El cuello parece la de una serpiente, mientras que poseen patas de tigre. No respiran fuego, sino normalmente nubes.
En total son 9, pero te traigo solo los nombres de dragones mitológicos más conocidos o importantes para el imaginario chino.
1. Long Wang, el Rey Dragón
Se trata de una de las divinidades más importantes de la mitología china: el gobernante del océano. Tiene la capacidad de transformarse en humano y su residencia es un palacio de cristal bajo el agua. En ella, tiene su propia corte real y un ejército de criaturas marinas. Además de dominar la vida acuática, puede manipular el clima y provocar lluvias.
Existen cuatro grandes Reyes Dragones, cada uno es el gobernante de un mar correspondiente a cada uno de los puntos cardinales:
- Ao Guang: el mar del Este (correspondiente al mar de la China Oriental)
- Ao Qin: el mar del Sur (mar de la China Meridional)
- Ao Run: el mar del Oeste (a veces descrito como el océano Índico y más allá)
- Ao Shin: el mar del Norte (a veces descrito como el lago Baikal).
2. Fucanglong
También denominado dragón subterráneo, era entendido como el dragón de los tesoros escondidos y vivía en los más profundo de las tierras, por lo que se le atribuía también la idea de que era él el causante del calor en este planeta.
3. Shenlong
Se trata de un dragón espiritual chino y japonés encargado de controlar la lluvia y el viento. Se le imagina como un gigante que vuela en el cielo y que era difícil de ver con claridad debido a su color azul.
Fue una criatura divina de gran relevancia pues regía el viento, la lluvia y las nubes, de las que dependía la agricultura. Por ello, el pueblo chino procuraba no ofenderlo ni descuidarlo para evitar las sequías, inundaciones o tormentas.
4. Tianlong
Son los encargados de cuidar los templos y están íntimamente relacionados con el budismo. Existen diferentes tipos de dragones celestiales (también denominados nāga) y cada uno de ellos cumplirán una función concreta:
- Nāgas celestiales: cuidan el Palacio Celestial y lo llevan para que no caiga.
- Nāgas divinos: benefician a la humanidad haciendo que las nubes se levanten y que la lluvia caiga.
- Nāgas terrenales: drenan los ríos (quitan las obstrucciones y las esclusas abiertas).
- Nāgas que yacen escondidos guardando los tesoros de los «Reyes de la Rueda» y bendiciendo a la humanidad.
Dragones de la cultura indígena americana
5. Quetzalcoatl
Considerado la principal divinidad del panteón mexica, es una criatura vinculada con la vida, la luz, el color blanco, la fertilidad, la civilización y el conocimiento. Fue conocido por el sobrenombre de la Serpiente Emplumada, lo que representaba la dualidad de la condición humana: la serpiente es el cuerpo físico con sus limitaciones y las plumas los principios espirituales.
Debido a que esta mitología entendía que el Universo tienen una naturaleza dual o polar, Quetzalcoatl creó el mundo y, al mismo tiempo, será quién lo destruirá.
Existen muchas representaciones de esta divinidad, en algunas se le muestra en forma humanoide y, en otras, más como indica su sobrenombre: una serpiente alada.
6. Amaru
Es una criatura del imaginario quechua representada como una serpiente alada, con ojos cristalinos, hocico rojizo, cabeza de llama, cuernos de taruka (un venado andino) y cola de pez. En la época inca, era símbolo de sabiduría, lo que explica que los hijos de las Casas del Saber se colocaban la imagen de dicho ser totémico.
Se la relaciona con la economía de las aguas que riegan las tierras agrícolas, símbolo de la vitalidad del agua que permite la existencia del pueblo. Tanto es así, que se dice que todo lo que compone la vida está escrito en las escamas del Amaru. Normalmente, se habla de un único Amaru; pero algunas leyendas cuentan la enfrentamiento entre dos de ellos.
Además de esta interpretación, también se relaciona a esta criatura con el mundo subterráneo, la tierra y los movimientos sísmicos. El Amaru vive en el Uku Pacha, el mundo subterráneo de los muertos. Por ello, puede provocar terremotos y deslizamientos de tierra la salir de las profundidades de las cavernas a causa de su gran tamaño.
7. El Piasa
Aunque se ha creído que se trata de una criatura legendaria de la mitología nativa norteamericana, el Piasa es una criatura ficticia inventada en el s. XIX, especialmente en la zona alrededor del río Misisipi. Se trata de un ser alado, mitad hombre y mitad dragón, que se presenta una vez al año para recolectar su alimento. Según cuenta la leyenda, se alimenta de niños y personas que no han sido bautizadas correctamente.
Dragones de la cultura nórdica
8. Fafner
Fafner era hijo del rey enano Hreidmar y hermano, por lo tanto, de Regin y Ódder, de la saga Volsunga. Era un enano dotado de un poderoso brazo y un alma intrépida: el más fuerte y agresivo de los tres hermanos. Cuando Loki mató a su hermano Ódder, su padre recibió el oro maldito de Andvari como modo de atenuar la afrenta. Los hermanos tuvieron que unirse para matar a su padre, que había decidido quedárselo todo para él. Al conseguir el oro, Fafner se reita con el oro al Brezal de Gnita y se convierte en un dragón, como símbolo de su avaricia. Su hermano, Regin, enviará a su hijo adoptivo (Sigurd) para dar muerte a la bestia. Tras hacerlo, Sigrud matará también a Regin, su padre adoptivo, ya que este pretendía matarlo al recuperar el oro.
9. Nidhogg
Frente a esta humanización del dragón (¿o dragonización del enano?) que hemos visto en Fafner, la mitología nórdica cuenta con otra criatura más animal que también es un dragón.
Nidhogg, que se puede traducir como «el que golpea lleno de odio», es una dragón que vive en el Niflheim donde crece una de las raíces del árbol Yggdrasil, la cual roe sin cesar hasta que venga el Ragnarök y todo se destruya. Luego de la regeneración, atormentará las almas humanas que hayan quedado en el Niflheim.
Mientras tanto, vive en estas raíces y Ratatösk corre de arriba abajo llevando los cotilleos entre el águila sin nombre y el halcón Veðrfölnir, ambos en la cima del árbol, hasta el dragón con la intención de provocar trifulcas entre estas tres criaturas.
Dragones de la cultura griega
10. Ladón
El ladón era hijo de Forcis (titán marino) y Ceto (monstruo marino) o de Tifón (último hijo de Gea) y Equidna (monstruo serpentino), según otras versiones. Era un dragón de cien cabezas, cada una de las cuales hablaba una lengua diferente, que vivía junto a las ninfas Hespérides y custodiaba su jardín.
En este jardín crecían las manzanas de oro que las ninfas, hijas de Atlas, debían cuidar. Pero como Hera no se fiaba de ellas, envío a Ladón. Heracles fue quien le dio muerte en uno de sus doce trabajos. Tras su muerte, Hera ascendió sus restos al cielo, donde formó la Constelación del Dragón.
11. Uróboros
El uróboros más que una criatura se ha entendido siempre como un símbolo. Muestra a un animal con forma de serpiente que engullo su propia cola y, así, forma un círculo con su cuerpo. Simboliza el ciclo eterno de las cosas, también el esfuerzo eterno, la lucha eterna o bien el esfuerzo inútil, ya que el ciclo vuelve a comenzar a pesar de las acciones para impedirlo.
Además de forma parte del imaginario de la Antigua Grecia, también la encontramos en el Antiguo Egipto y en la mitología nórdica a través del personaje de Jörmundgander, serpiente que creció tanto que pudo rodear el mundo y apresar su propia cola con los dientes.
12. Hidra de Lerna
Esta criatura era hija Tifón (último hijo de Gea) y Equidna (monstruo serpentino) y, según algunas versiones, madre de Quimera. Era un monstruo acuático con forma de serpiente policéfala y aliento venenoso a la que Heracles mató en el segundo de sus doce trabajos. Poseía la virtud de regenerar dos cabezas por cada una que perdía o le era amputada, lo que la convertía en un monstruo muy peligroso. Se había instalado en el lago de Lerna, donde se encontraba una de las muchas entradas al Inframundo griego.
Algunas versiones cuentan que era hermana del león de Nemea y que por ello buscaba venganza contra Heracles. Motivo por el cual Hera la convirtió en la segunda de las tareas del joven héroe.
¿Por qué aparecen dragones en prácticamente todas las culturas?
Y estos solo son los dragones más famosos. Imagínate todos los nombres de dragones mitológicos que puede albergar la mitología universal. Es por eso que los estudiosos han intentando entender por qué esta criatura resulta tan recurrente en los bestiarios de la mayoría de culturas. Aún no conocemos una única respuesta, pero sí algunas teorías:
Teoría 1: mito original común
Según una gran parte de los estudios defienden la idea de que todos estos dragones descienden de Tiamat, una deidad de Mosopotamia y monstruo serpentino. Es la diosa del mar salado y emergió para amenazar al mundo, hasta que Marduk la mató salvando a todos. Se pueden interpretar ecos de este mito en el Leviatán de la Biblia o, incluso, Zeus enfrentándose al monstruo Tifón.
Teoría 2: no se remite al mismo animal
Si bien es cierto que todas estas criaturas tienen características comunes, no son del todo iguales. Por ejemplo, hemos visto algunas criaturas acuáticas y benévolas, frente a la agresividad de los que viven en la tierra y guardar tesoros. Esto ha llevado a varios estudiosos a creen en que, aunque se engloban dentro del mismo grupo de criaturas legendarias y mitológicas, no son exactamente lo mismo.
Teoría 3: una explicación para los fósiles de dinosaurios
Otra de las explicaciones es que estos mitos intenten dar respuesta a los fósiles encontrados por nuestros antepasados de antiguos dinosaurios. Esto no es solo una hipótesis al aire, sino que Chang Qu, un historiador chino del siglo IV a.C, cometió este error al etiquetar un fósil de estegosaurio como un dragón. Además de dinosaurios, también podría tratarse de la explicación de otros animales desconocidos en aquel entonces como ballenas, cocodrilos y otros animales. Es fácil imaginar cómo la mente colectiva tuvo que dar una identidad y una historia a las bestias que habían habitado la tierra tantos siglos atrás.
Teoría 4: un reflejo de un miedo instintivo
La última, defendida por el antropólogo David E. Jones, explica que la propia evolución instauró en nosotros un miedo innato a grandes depredadores. Esto sucede, de hecho, en otros animales, tal y como se ha observado en el temor que sienten los monos por las serpientes. Según esta teoría, este miedo innato, combinado con el folclore, acabaría creando el mito del dragón.
Y eso es todo por hoy. Me encantan este tipo de coincidencias en las mitologías de diferentes culturas, lo que me lleva a plantarme que clase de cruces se han hecho para que hoy tengamos tantos nombres de dragones mitológicos.